sábado, 21 de marzo de 1992

Rubinstein. una temporada en el convento

Actor, director y profesor de teatro, Alberto Rubinstein desembarcó de nuevo en La Plata después de dirigir una obra sobre el debate entre la Iglesia y el psicoanálisis que motivó que todo el elenco pasara una temporada en la Abadía benedictina de Entre Ríos

Alberto Rubinstein (51) volvió a la ciudad. Más canoso, es cierto, pero cargado de una experiencia teatral y docente sumamente rica que pretende compartir con los jóvenes que hoy enarbolan la misma pasión por la escena que acuñó aquella generación de los sesenta de nuestra ciudad y a la que pertenece con manifiesto orgullo.

Platense cien por cien, hijo de un joyero de diagonal 80, egresado del industrial Albert Thomas como técnico mecánico, Beto Rubinstein cambió de inmediato las herramientas y optó por el teatro. "Mi primera escuela fue el CLIMN -recuerda hoy con el aspecto cansino de siempre- tenía unos 15 años y nos posibilitó entrar al teatro jugando, sin darnos cuenta". De allí pasó al recordado Teatro de la Universidad "en donde estaban todos los monstruos de aquél entonces empezando por Gené. Allí estaban Piri Lanteri, Mónaco que hoy gana Estrellas de Mar todos los años dirigiendo en Mar del Plata, Rubi Monserrat y tantos otros. Aquella ciudad permitía volcarse al teatro con todo y participé en la fundación o refundación de cantidad de grupos.

La lista es larda: refundación del Teatro Universitario, aquél grupo creado por María Mombrú y Enrique Scope del que saliera una figura del nivel de Renzo Casalli, que luego instaló su bunker vanguardista en Milán; Teatros Asociados en calle 5 en donde dirigió Carlos Lagos sus primeros espectáculos "y en donde pusimos una versión de "El nack" mucho mejor que la que hicieron en Buenos Aires" y por último, la sala Discépolo en donde comenzó a trabajar como director y a dar clases. Había tenido brevemente un leve paso por la Comedia Provincial, pero es la sala Discépolo la que sirve de trampolín a Beto Rubinstein para saltar a Buenos Aires.

"Traje a la sala a Inda Ledesma y vio un espectáculo mío que le interesó mucho. A partir de allí compartí con ella 8 años y fui su asistente primero y luego compañero de docencia porque dábamos clases juntos". Paralelamente prosiguió su formación estudiando con Agustín Alezzo y haciendo entrenamiento con Augusto Fernandes con quien todavía, cuando Fernandes regresa al país de su estancia europea, prosigue porque "siempre un actor, un director, debe entrenarse. Es como los deportistas que por más que sean superdotados necesitan estar en forma y mejorar siempre su técnica. Por ejemplo Fernandes trajo unos ejercicios nacidos en la escuela de Strasberg en los Estados Unidos sensacionales. Puede decirse que lo que antes, en nuestro tiempo, tardábamos cuatro años hoy se puede hacer en dos".

BETO EN EL CONVENTO

Desde hace seis años se encuentra instalado en "El Galpón del Sur" junto al berissense Lito Cruz y a Gustavo Manzanal un pedagogo que protagoniza, además, la última y polémica puesta de Rubinstein. "Allí comencé con una nueva puesta de "Los casos de Juan" obra que ya había trabajado en La Plata. Seguí con un espectáculo mío, "Pequeño hombrecito" por el que fui invitado al Festival Internacional de Caracas y en estos momentos está en escena. "Pueblo rechazado o El provenir de una ilusión", adaptación de una obra de Vicente Leñero que cuenta la polémica entre la Iglesia y el psicoanálisis."

Para montarla y "dado que la mayoría del elenco era ateo y desconocía los mecanismos de la fe y los comportamientos que emanan de ella, nos internamos cinco días en la Abadía del Niño Dios de Victoria, Entre Ríos, en donde hicimos en ese lapso, exactamente la misma vida de los monjes. cuando ellos oraban, nosotros lo hacíamos a nuestra manera pidiendo el éxito de la obra y recordando a los grandes maestros del teatro. Es decir, un poco a nuestros santos. Fue una experiencia maravillosa, en donde se nos posibilitó una sala de reuniones ya que el resto de día cumplíamos con el silencio que rige sus vidas. Luego, cuando la estrenamos, grabamos un video con la obra y se lo remitimos recibiendo un conceptuoso reconocimiento por parte del abad. Por eso en el programa agradecemos a ellos, por su hospitalidad y por haber compartido su pan casero y su buen vino con nosotros".

Esta obra está ahora en escena y Beto Rubinstein se dará el lujo de tener dos obras simultáneamente, ya que estrena el próximo 5 una versión suya de "Electra" de Eurípides en el Palais de Glace. Con este bagaje, desembarca ahora de regreso a su ciudad de la que no quiso irse del todo, como otros, a Buenos Aires. Quizás por eso eligió como lugar de residencia a Quilmes, a mitad de camino entre ambas.

Fuente: Diario El Día, Espectáculos, La Plata, Sábado 21 de Marzo de 1992.-

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