12-09-2010 / Con sus atuendos típicos, de la época en que sus antepasados dejaron sus países
Las colectividades de la región participaron ayer del tradicional desembarco simbólico de los inmigrantes en el Puerto La Plata, en Berisso, en el marco de la XXXIII Fiesta Provincial del Inmigrante.
Los inmigrantes, sus hijos, nietos y bisnietos llegaron al puerto poco después de las 14 y se embarcaron en el ferry Bravo 31, de la Armada Argentina, para dar una vuelta por el Río Santiago mientras el público llegaba al puerto y se instalaba detrás de las vallas para ver el espectáculo.
Una hora después, a las 15, la Banda de la Escuela Naval Militar marchaba hasta la explanada mientras los funcionarios locales subían al escenario, desde donde seguirían luego el desembarco, acompañados por la Reina Provincial del Inmigrante, Ana Julia Krüger Rolls y las reinas juveniles e infantiles y abanderados de cada una de las colectividades.
Zbigniew Stankiewicz, un polaco que llegó a Berisso como turista en 1975 para visitar a su familia y nunca más volvió, soltó sus palomas ante el temor de la banda, que imaginaba sus uniformes bombardeados. "Van a volar para el otro lado, hacia donde está despejado", los tranquilizó el colombófilo, que de pronto se convirtió en una atracción para las señoras que estaban cerca y a las que les repartía tarjetas para que vieran cómo se escribía su nombre, de imposible traducción al castellano. “¡Te vamos a llamar para un touch and go!”, bromeaba una señora, del otro lado de las vallas. De este lado, la pequeña Vera Márquez, de 4 años, perdía la vista en el río que no iba a navegar, en el grupo de inmigrantes que llegaron tarde y no pudieron participar del desembarco. Igual, ella posaba con gusto para las fotos.
El ferry de la Armada llegó al puerto a las 15.30, seguido de algunos veleros de particulares, y los marineros colocaron la planchada para que los inmigrantes pudieran desembarcar. Con atuendos de época y de sus naciones de orígenes, con fotos de sus antepasados en sus manos y valijas de cartón, griegos, polacos, árabes, italianos, caboverdeanos, armenios, ucranianos, bielorrusos, búlgaros, eslovacos, alemanes, españoles, irlandeses, portugueses y croatas, en el orden en que llegaron a Berisso –desde 1850–, desembarcaron con un pasaporte simbólico que era sellado por dos funcionarios de la Prefectura Naval, vestidos con el primer uniforme que usó la fuerza.
Cada vez que alguno de los grupos descendía del barco, el locutor oficial contaba las razones por las que los inmigrantes fueron empujados al destierro y repasaba algunos de los primeros apellidos que se asentaron en la zona y que luego fueron parte de la ciudad de Berisso, se fueron a Ensenada o acaso a La Plata.
Fuente: http://www.elargentino.com/nota-106270-medios-122-Hijos-nietos-y-bisnietos-representaron-la-llegada-de-los-inmigrantes-a-la-Argentina.html
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