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martes, 5 de diciembre de 2017

Braian Kobla: joven fruto del talento platense

ESPECTÁCULOS | TEATRO

A punto de estrenar un nuevo espectáculo, la obra del dramaturgo y director cosecha reconocimientos a nivel iberoamericano


EL DRAMATURGO, DIRECTOR Y DOCENTE TEATRAL PLATENSE COSECHA FRUTOS DE SU TRABAJO

Todavía no llega a los 30 años y sus logros en el teatro, la disciplina en la que se desempeña como dramaturgo, director y docente, han trascendido la escena platense independiente, en la se mueve desde hace años con firmeza. A punto de estrenar “Montaraz”, su nuevo espectáculo que verá la luz en el marco del Aúra, Braian Kobla celebra la elección del teatro como modo de vida con reconocimientos a nivel nacional e iberoamericano bajo el brazo.

Egresado de las carreras Profesorado y Licenciatura en artes escénicas en la Escuela de Teatro La Plata, Braian es autor y director de obras como “Yo fui Sofía” (2010); “Ofelia se ahoga” (2011); “The Good” (2015); y “No hay nada más hermoso que acariciar algo quieto” (2018).

“The Good”, que recorrió la cartelera local durante dos temporadas, fue seleccionada por la editorial Sur Surreal, para ser parte del tomo II de la colección Poéticas Profanas.

Aquella pieza, que formó parte de la Biblioteca digital de CREADOR.ES (Madrid, España) durante el año 2014, es, según contó el autor, “una metáfora de la vida misma, en la que todo, en algún momento, tiende a ir hacia un mismo lugar para que algo suceda”.

En diálogo con EL DIA, Braian dijo que “ser editado es un estímulo muy grande, más aún, si lo que se edita es una obra de teatro y no una novela”. En la misma línea, agregó: “Dentro del circuito editorial los dramaturgos tienen muy pocas posibilidades de ser editados. Cualquier lector o editorial mira con más amor a una obra narrativa o a la poesía que a una obra de teatro. Pero ahora que me toca ser editado se me activaron algunos pensamientos en relación a qué significa esto: tengo una relación muy fuerte con la literatura. Leo muchísimo y todas mis obras son resonancias de lecturas previas. Escribo a través de otros autores. Los uso como plataforma y para sentirme un poco más cerca de ellos y de sus obras. Entonces editar es una especie de sueño nerd, una comunión con ellos, pero que a su vez juzgaba bastante”.

Por otro lado, su pieza “No hay nada más hermoso que acariciar algo quieto” -que también ganó la beca Individual del Fondo Nacional de las Artes- acaba de ser elegida ganadora en el concurso Joven Dramaturgia Iberoamericana de la Biblioteca Nacional de España, formando parte del catálogo digital de dramaturgos emergentes de la escena iberoamericana sub 30.

Según Kobla, la obra se desarrolla en la habitación de una vivienda a la cual llegarán una vez que desde la compañía se le facilite la dirección de la misma. La idea es construir una experiencia y un lenguaje determinado que dé cuenta de las especificidades de ese espacio en particular.

“La obra nos presenta a un posible prototipo de hombre moderno de la urbe. Un hombre que nunca está en su casa, vive en tránsito. Un individuo que corre detrás de los acontecimientos para que estos no lo pasen por encima”, remarcó.

Y explicó que “la propuesta dramatúrgica está construida sobre esta idea de Hombre moderno: Un hombre que organiza su vida acorde a su ritmo laboral, que está al servicio del sistema y que alimenta a sus afectos de manera virtual con su Smartphone encendido las veinticuatro horas al día. Podría ser el arquetipo de hombre contemporáneo de clase media con un trabajo administrativo en el Microcentro de su ciudad”.

Sobre la concepción, indicó que la experiencia está enfocada en que el espectador esté dentro de la ficción sin ningún tipo de intermediarios.

“En cada una de mis obras sostengo un interés en no negar la presencia de esas personas que están compartiendo un mismo tiempo y espacio con la ficción. Sea en una sala o un espacio real como en este caso. Sino más bien incluirlas y utilizarlas en post del lenguaje”, agregó el director.

“No hay nada más hermoso que acariciar algo quieto” -que estará protagonizada por Federico Aimetta y Matías Mingrino; y que contará con diseño de locación y vestuario de Sol Santacá; y asistencia de dirección de Rafael Gigena-, realizará funciones regulares a partir del año entrante.

Además, su obra “Montaraz” -una coproducción de PAR (Programa de apoyo para la Realización artística) de la UNLP y Aúra Festival de artes escénicas-, tendrá su estreno el viernes a las 22.30 en el Galpón de La Grieta, 18 y 71, con las actuaciones de Denisse Van Der Ploeg, Julieta Ranno, Natalia Maldini, Anabelén Recabarren, Eliana Giommi, y la participación de dos músicos en vivo: Francisco Raposeiras y Andrés Dillon.

“Hay actrices, bailarinas, actrices que bailan, bailarinas que actúan, bailarinas que cantan, músicas. De todas estas variables me interesaba poder construir un lenguaje que de cuenta de todas estas particularidades. Generar una unidad que traccione hacia un mismo lugar y un mismo pulso. Nos propusimos encontrar una obra que tenga una extensión de tiempo acotada, pero una intensidad muy alta. Casi deportiva”, anticipó Kobla.

En “Montaraz”, la dramaturgia asumió el rol de partitura musical o rítmica, y la textualidad devino de los cuerpos de las intérpretes.

“La obra propone componer un relato que no solo sea percibido a través de la palabra, sino también a través de canciones, estados actorales, secuencias coreográficas, loops de textos, proezas físicas. Proponer una experiencia sensorial en donde el espectador construya sentido a través de mecanismos ligados a lo emocional, a lo instintivo y no a lo racional. Poder capturarlos por medio de intensidades y que puedan percibir los latidos, el pulso de la obra”, concluyó el autor.

Fuente: EL DIA

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