Páginas

martes, 29 de marzo de 2016

“Trabajamos para recuperar algo que se está perdiendo”

 

Maricel De Mitri

La flamante directora del Ballet Estable del Teatro Argentino se prepara para debutar con “Giselle”, desde este viernes: “Tenemos la responsabilidad de darle vida al ballet, de darle una calidad que justifique tanto su presencia en el presupuesto de la Provincia como en la humanidad misma”, explica

29 de Marzo de 2016 
Maricel De Mitri

El ballet romántico “Giselle” abrirá desde este viernes y con ocho funciones la temporada de ballet del Teatro Argentino, y marcará el inicio de una nueva era para la compañía estable, ahora bajo la dirección de Maricel De Mitri, primera bailarina del Teatro Colón que aterriza en el teatro bonaerense con sueños de jerarquizar y la pasión como arma principal.

“Tenemos la responsabilidad de darle vida al ballet, de darle una calidad que justifique tanto su presencia en el presupuesto de la Provincia como en la humanidad misma. Tiene que tener un sentido que esto suceda: y se lo vamos a dar nosotros con la entrega y el profesionalismo que le pongamos a lo que hacemos”, se entusiasma De Mitri, que admite la crisis de las danzas clásicas en la actualidad “no solo en Argentina sino en el mundo” y la aduce a que “como forma de arte es un arte que requiere de un tiempo, de una elaboración, de un proceso, y hoy cuesta mucho que se de ese espacio”.

“Pero lo llamativo es que generación tras generación siguen enamorándose del ballet y decidiendo dedicarse a esto. Evidentemente tiene un valor: esas obras que tienen siglos, que muestran mundos de otros tiempos, hablan de humanidades, de amor, de traición, de engaños. Es una forma que cuando está bien tratada sigue encantando a los que la hacen y a los que la ven”, afirma.

Con ese sentido dice De Mitri que llegó al Argentino, para “trabajar para recuperar lo que siento como algo que vamos perdiendo”. “Sé qué es lo que un bailarín necesita: necesita que cada día se encuentre con una búsqueda, con exigencias, que haya profesionalismo en el planteo, que el que esté adelante te cuide y te guíe para que entregue lo máximo. Yo sentía que nosotros podíamos dar eso”, dice la directora del Ballet Estable del Argentino, que desembarcó en La Plata junto a Alejandro Parente (asesor artístico) y Carlos Trunsky (coreógrafo residente).

LA PASION

La bailarina habla desde la experiencia. El oficio del bailarín clásico es muy especial (“cuando uno habla de la carrera de un bailarín, habla de su vida”, explica), motorizado principalmente por la pasión y el sacrificio físico y material, y por lo tanto, ante las crisis, puede resultar un oficio ingrato, pero De Mitri se entusiasma con la idea de entusiasmar: “Cuando uno llega a una compañía de ballet, uno va a encontrarse un 90% de gente que siente ese amor”, cree.

“Traería a la gente a que vea los talleres, cómo se pintan las telas, la ropa, cómo se arman los escenarios… Es casi para hacer una película para mostrar como se produce un ballet, como se trabaja desde la técnica más compleja al gesto más mínimo para contar una historia”, cuenta De Mitri, “conmovida” por un mundo que conoce desde los siete años y por una apasionada “frecuencia” a la que buscará “conectarnos” para llevar a cabo sus proyectos para la compañía.

De Mitri, que imagina un ballet dúctil con su propio repertorio, que se embarcará en ocho funciones en su primera vez como directora y que planea salir de gira con la compañía (“queremos que la compañía este en movimiento, que no tengamos periodos de nada, que es tremendo par aun bailarín. Es esencial que eso pase”), está “en contra” de las autoprogramaciones (“eso de echar mano a lo que tengo acá porque es barato: queremos que las opciones sean siempre interesantes, para el púbico y para los bailarines”) y avisa que el plan es ir de a poco, pero “sobre calidad”.

LAS DIFICULTADES

Y acepta que “pienso lo máximo, pero después tengo que bajar, porque tenemos otra realidad”, en referencia a los recurrentes problemas presupuestarios de la Provincia y el Teatro. “Como las cosas estaban complicadas, decidí empezar por trabajar lo que tenemos de la manera óptima, ir formando capitas de cebolla para que crezcan la compañía y la confianza de los bailarines, y la de los que quieran invertir, por qué no”, invita.

Y agrega risueña que “un poco de dificultad moviliza, tampoco quiero que estemos todos colgados de una hamaca paraguaya”. Al contrario, la bailarina repite como un mantra que su búsqueda pasa primero por movilizar, por generar “una reacción química”, transformadora: “Quiero que haya un clima artístico, que haya un clima de gente trabajando, su cuerpo, su búsqueda artística, física. Hoy siento que la compañía se engancha y los directivos me acompañan”, reflexiona.

Fuente: EL DIA

No hay comentarios.:

Publicar un comentario