La villana de las novelas, es la buena de “Malparida”

Edición 1759 | 10 de Septiembre del 2010

Personajes | Carina Zampini (34) 

La actriz de “Malparida” habla de su separación, los rumores de romance con Gonzalo Heredia, Juana Viale y los vaivenes del rating.

 Por Valeria García Testa

Lleva el karma de ser la contrafigura. Ella, la villana de las novelas, es la buena de “Malparida”, la tira de El Trece. Carina Zampini (34) encarna a Martina, la mujer de Lautaro (Gonzalo Heredia), galán con el corazón engatuzado por la malísima Renata (Juana Viale). “La gente tiene la esperanza de que en algún momento mi personaje se convierta”, dice riéndose, y asumiendo que la malicia queda impregnada en la memoria colectiva: “Los malos pegan en la gente, porque tienen la línea de acción de los programas. Además, hay algo de lo que yo hago en esos papeles que moviliza y el público termina comprándolos”, explica.

Noticias: ¿Siente el prejuicio de “por algo le saldrá tan bien la mala”?

Carina Zampini: No, eso me pasó al principio, me preguntaban: “¿Vos sos así de mala? ¿Por qué lo hacés tan bien?”. Ahora, con 16 años de laburo, me dicen esto de “qué bueno, porque sos una buena actriz y nunca estás expuesta”. No es una estrategia… yo soy así. No me expongo porque no me divierte. Si quiero salir, voy a lugares en los que sé que no va a estar la prensa. Además, hasta el año pasado estuve casada, tuve a Manuel (11), formé mi familia.

Noticias: ¿Cuánto tiempo le llevó aceptar la separación?

Zampini: Mucho, a los dos nos llevó mucho. Como no fue una separación por un conflicto puntual, como la existencia de una tercera persona, cuesta tomar una determinación, mirás un montón de cosas antes, pasamos por varios intentos.

Noticias: ¿Hicieron terapia de pareja, por ejemplo?

Zampini: No, pero no es algo que aparece de un mes a otro, son años… en los que uno está viendo si se puede continuar, y hasta donde. Parece que si uno no mantiene la pareja pierde todo, hasta que te das cuenta de que con esa negación ninguno va a ser feliz.

Noticias: Asumir que la relación no funciona sin que haya un detonante ¿resulta todavía más doloroso?

Zampini: Claro, sí. Igual, me quedo con la tranquilidad de haber hecho todo lo que estuvo a mi alcance.

Noticias: Con su nuevo estado de soltera, ¿salió a comerse el mundo?

Zampini: No, no me pasó eso. Tengo amigas que se separan y es como si abrieran la jaula, están un año revoloteando y después vuelven solas a la jaula pero con la puerta abierta (risas). Yo necesitaba estar tranquila. Cuando me separé, encontré esa tranquilidad. Me quedo en casa, pongo música, corto el pasto, plancho. Nada espectacular.

Noticias: ¿Es la armonía que deriva de ya no luchar contra lo inevitable?

Zampini: Sí, evidentemente. Hay algo que uno transmite, la gente te ve diferente. Ven un cambio de aire, una renovación. Pero mi vida sigue siendo la misma, puedo ir a cenar con los compañeros de la tira pero no voy a un boliche… no sé qué haría yo en un boliche. Soy muy racional, muy analítica, las cosas no me toman de sorpresa y, si me equivoco, tampoco me guían los impulsos.

Noticias: ¿Cree que la separación de Pablo Arce es definitiva?

Zampini: No puedo decirlo, pero así estoy bien.

Noticias: Las madres de los compañeros de su hijo, ¿le preguntan por Gonzalo Heredia?

Zampini: Sí, las mujeres son tremendas. Por Gonzalo y mucho por Raúl (Taibo). Todo el tiempo, me dicen: “Vos, h de p, qué afortunada, ¡encima te pagan por hacer eso!´”. Un día vino Manu y me dijo: “Mamá, en el colegio me dijeron que vos estás de novia con Gonzalo”.

Noticias: Era la próxima pregunta.

Zampini: Sí, salió en algún lado. Yo le expliqué que se dicen un montón de cosas que no son ciertas, y que cuando tenga que decirle algo, lo voy a hacer. Estoy sola y puede que se generen esos comentarios, no me importa.

Noticias: Pero le debe haber subido la autoestima que la convoquen para el triangulo amoroso entre Juana y Gonzalo Heredia, teniendo 7 años más que ellos.

Zampini: (risas) 

Es la primera vez, después de 16 años, donde me toca protagonizar con un galán más chico. Fijate que arranqué con Jorge Schubert, Juan Darthés, Gabriel Corrado, Adrián Suar, Facundo Arana, Osvaldo Laport.

Sabe que en algún momento se pondrá a estudiar dirección. El cine sigue siendo su cuenta pendiente, pero “es un ambiente muy cerrado y parece que sos actor de televisión, de teatro o de cine. Si la gente supiera cómo se hace tele, se daría cuenta de que el resultado es de excelencia”, explica. Conoce los ingratos vaivenes del rating: protagonizó la novela de Ideas del Sur del 2006, “Collar de esmeraldas”, sin la aceptación esperada, y ahora forma parte de “Malparida”, tira pensada para la tarde y que terminó en prime time. “Dependemos de un número, si el programa no tiene rating lo sacan. Pero que funcione o no, no tiene que ver con nada. No tiene que ver conmigo que el programa haga 27 puntos, ni dejará de tenerlos porque esté yo. Hay un montón de cosas que se tienen que dar para lograr un éxito. Si supiéramos la receta, haríamos todos éxitos”.

Noticias: El actor puede perder ego, pero otros pierden dinero.

Zampini: El ego lo tenés que tener siempre en el mismo lugar, el error es creer que un programa hace 30 puntos porque estás vos. Si te hacés cargo de eso, después hacete cargo también del fracaso.

Noticias: Cuando lee los libros de “Malparida”, ¿no la tienta ser la mala?

Zampini: Juana (Viale) tiene un rol delicioso, porque ¿qué personaje que mata va a enamorar al galán?, ¡ninguno! A mí me gusta trabajar, no me importa hacer de mala, de buena o de loca. El grupo de laburo es precioso, Juana, por ejemplo, tiene 80 escenas por día, arranca a las 7.30 de la mañana, está muerta pero siempre viene con una sonrisa. Es buena mina, laburadora, una de las más humildes que conozco en este medio.

Noticias: ¿Y qué le contesta a las que quieren saber cómo besa Gonzalo Heredia?

Zampini: Que lo hace muy bien, ¡Gonzalo hace todo bien, chicas! (risas) ¿Qué te voy a decir? Que los besos de televisión… no, chicas, ¡besa bien, todo lo hace bien!

Noticias: ¿Pero no tiene nada con él?

Zampini: Y no… pero la gente se da máquina (risas).