14.04.2012 | 12.47
Por R.G.M.
“Si he cantado en mil voces diferentes,/ inquietudes del amor, quejas del alma./ Si he vibrado ante el dolor, mustia la frente,/ rindiendo el corazón envuelto en llamas./ Si he loado a esa luz que tú elegiste/ por esposa y compañera de tu amor,/ cómo olvidarme de ti, padre, si fuiste/ brújula y guía de mi corazón.”(A mi padre, Héctor Marcó). Que es un pensamiento triste que se baila, que es el lamento del cornudo: son muchas las definiciones que se han vertido sobre ese intenso sonido, cautivante universo, esa patria encendida que es el tango. Pues si en definitiva , la patria no es una bandera planchada ni un mapa trazado con tinta de agua, sino la propia sangre, el perfume de la cuadra, la melodía silbada por la madre, la carcajada abierta de los amigos. La patria es eso y mucho más, y el tango es -sin fría solemnidad pero sí con orgullo y pertenencia- patria. Así debe entenderlo seguramente el joven Emmanuel Cordo, quien heredó el género porteño por parte de padre, que era su amigo, que es -como indica la palabra- su patria. “Canto tangos desde muy chico ya que mi padre era cantor de tangos y mi abuelo contrabajista de tango y jazz. Pero empecé a cantar tangos en público cuando se cumplió un año del fallecimiento de mi mejor amigo, que era mi papá y le organicé una peña tanguera en Azul, mi ciudad natal. Para cerrar la peña canté con un músico que había acompañado a mi viejo y de ahí no pare más.” El cantor cuenta que “cuando era chico tenía una banda de rock con amigos y tocaba las batería. Pero no nunca canté otra cosa que no sea tangos.”
Cordo es conocido por sus amigos como el “Pulga”, quizá por el cosquilleo en el alma que lo lleva a ser un intérprete muy histriónico: “Yo no me doy cuenta de los gestos que meto. Pero dicen que son muchos y creo que tiene que ser así porque si uno tiene que interpretar las letras, más en el tango, que cada punto y coma es una vida.”
Entre sus referentes, Pulga cuenta que le “gusta mucho Edmundo Rivero y Alberto Podestá. Tuve la suerte de ver en vivo acá en La Plata a Jorge Valdez en una de sus ultimas funcione en el Coliseo. Creo que era el mas chico de la sala…estaba recién llegado a La Plata la gente me miraba mas a mi que a Valdez (risas). Pero cuando empezó a cantar nadie se acordó de mi eso es lo que tiene que tener un cantor de tango de que cuando esta arriba del escenario no tiene que haber otra cosa en el mundo. Valdez lo logró conmigo y yo intento todos los espectáculos hacer un poco de eso.”
Este sábado, Emmanuel Cordo se presentará a las 22.30 en Rey Lagarto junto a sus dos acompañantes, el “terrible genio del piano” Julián González y el “niño rock del tango” Manuel Cortés. Allí reparasán clásicos de nombre como Cadícamo, Contursi o Celedonio Flores.
A pesar de su corta edad Cordo dice que “nunca lo han hecho sentir sapo de otro pozo” incluso cuando ha tocado en shows con proyectos de otros género. Sobre la reacción en general de la gente, el cantor cuenta sin sonar arrogante que suelan decirle “que se emocionan mucho conmigo y muchas veces creo que es verdad .Porque he visto lagrimear a más de uno. Pero también se ríen mucho entre tango y tango porque me parece que con una sonrisa uno presta mas atención a las cosas.”
Respecto a la “movida tanguera de acá” dice que no conoce mucho pero que le “encantaría que la gente tome este recital para conocerme a mi y me inviten a tocar algunos lugares.” Entre sus gusto contemporáneos destaca “La Guardia Hereje, La Fernández Fierro y como cantor Jesús Hidalgo. Pero hay muchos y si vas por los pueblos hay más.”
Fuente: http://diagonales.infonews.com/nota-178312-seccion-114&Redirect=false-En-el-tango-cada-punto-y-coma-es-una-vida.html
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