Páginas

martes, 4 de octubre de 2011

Teatro político, en estado puro


Martes 04 de octubre de 2011 | Publicado en edición impresa

Teatro / La memoria en el foco de la escena chilena

La actriz Paulina Urrutia y el director Guillermo Calderón trajeron dos obras de fuerte contenido ideológico

Por Alejandro Cruz | LA NACION

La actriz Paulina Urrutia y el director y autor teatral Guillermo Calderón son personas que van al grano. En ellos, la reflexión política sobre su Chile natal parece algo inevitable. Paulina es una actriz exquisita. Lo demostró la semana pasada protagonizando La amante fascista, obra que se ofreció en el Festival Internacional de Buenos Aires (FIBA) . Fue dirigente sindical del gremio de actores.Fue ministra de Cultura durante la gestión de Michelle Bachelet. Por su parte, Calderón presentó, también en el marco del FIBA, un díptico cuya segunda parte era un supuesto último discurso de Bachelet antes de dejar el gobierno.

Los dos espectáculos, desde ópticas distintas, revisan la época de la dictadura pinochetista y sus heridas abiertas. "En las generaciones más jóvenes, hay un gran interés por reflexionar sobre esa historia reciente. Quizá se deba al fin del ciclo de la Concertación en el gobierno o, quizás, a que esta generación quiere hacerse cargo de estos temas que quedaron pendientes", apunta el talentoso director y dramaturgo.

Su compañera agrega: "También esto sucede en el marco de un fenómeno mundial en el cual una nueva derecha se instala en el mundo de una modernidad dominada por tópicos como la eficacia y los logros monetarios. Eso ha generado que vuelvan a aparecer estos fantasmas porque vivimos en un mundo lleno de discriminación, de violencia y de represión. Eso hace que volvamos a visitar un fascismo que no requiere de grandes discursos. Los jóvenes están atentos a todo esto. En el movimiento de los estudiantes, uno ve la fractura entre «nosotros», padres de hijos nacidos en la democracia que estamos llenos de miedo, y la gente joven, que no tiene miedo de hablar. Por eso estas dos obras que presentamos en Buenos Aires funcionan en nuestro territorio".

El mismo día de la charla, las imágenes que llegan de Santiago muestran la brutal represión a los estudiantes durante la última marcha. La primera función de La amante fascista, la obra protagonizada por Urrutia,estuvo dedicada a ellos. "Lo que sucede en las marchas es un fenómeno muy interesante -reflexiona la actriz-. Es que los chicos se expresan de una manera artística, performática. No salen a la calle con discursos articulados, sino que salen a bailar, a utilizar su creatividad y a ocupar el espacio público de una manera sumamente original. Con el tiempo, estoy segura de que todo eso va a entrar en la lógica de los colectivos teatrales." Calderón agrega: "Se está dando una sincronía entre lo que el teatro dice y lo que está pasando en las calles".

En La amante fascista , el personaje que interpreta a esta gran actriz no tiene filtro alguno. Para ella, por ejemplo, en la canción "Te recuerdo Amanda", de Víctor Jara, Manuel no desapareció, sino que se fue con otra mujer mientras la huevona de Amanda seguía fregando. En esa misma línea discursiva, sostiene que los detenidos-desaparecidos no son sino esposos aburridos que escaparon de sus mujeres porque ellas no se querían depilar.

El texto de Alejandro Moreno cruza barreras que, quizá, la producción artística local no se animó a cruzar. "¿Y por qué crees que eso sucede? -pregunta ella-. Sucede porque hay una memoria muy fuerte, de un enorme respeto hacia esos temas. Sin embargo, Chile no tiene memoria. O, dicho de otro modo, la pérdida de memoria es la manera de volver a armarse. Recién cuando a Pinochet le descubrieron las cuentas que tenía en el extranjero, la derecha se desconectó de él. El haber robado tenía una carga social más grande que la violación a los derechos humanos. O sea, es un pueblo bien extraño... Por eso es un gran tema la memoria en nuestro país."

-En Chile, ¿cómo fue la reacción del público ante este personaje?

-Yo siempre pensé que en varios momentos de la obra algunas personas se iban a retirar de la sala. Sin embargo, nunca sucedió. Cuando empecé a ensayar, había textos que no podía decir, me parecían imposibles... E imagínate tú el rollo de la gente de ver a una ex ministra de Bachelet haciendo de esa mujer que dice estas barbaridades. Eso suma una cantidad de lecturas increíbles y bien interesantes. Hay mucha gente mayor que, por su postura corporal, te das cuenta de que está tensa, de que está a punto de explotar... La obra exige una actitud del espectador y creo que es una de las virtudes del texto.

El tema de la memoria define a la producción dramática de Guillermo Calderón (el mismo creador que, dos años atrás, se transformó en la visita más elogiada del FIBA anterior). Villa trae a cuenta la reflexión de qué hacer con un centro clandestino de detención. Se presentó en el Parque de la Memoria - Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado, sitio en el cual esos textos tomaban una dimensión de enorme contundencia.

El discurso del adiós

La propuesta se cerraba con Discurso, en el cual Calderón hace hablar a Bachelet. "Es muy intenso haber tenido a Bachelet como presidenta. El hecho de que en su cuerpo y en su familia haya vivido la violencia de la dictadura es una experiencia muy importante. Yo quería «despedirme» de ella y también quería que se despidiera del país diciendo lo que a mí me hubiera gustado escuchar. El procedimiento es un poco violento, pero nunca mi intención fue ofenderla. Yo quería que se desahogara. Yo quería que hablara como víctima de la violación de los derechos humanos, cosa de la cual nunca habló directamente. Quizá nunca lo hizo por razones personales o por motivos políticos, no lo sé. Diría que, quizá, tuvo una mirada más histórica. Pero para muchos algo de su gestión no fue completa. Es más, se criticó que una gestión socialista no hubiera cuestionado más el modelo neoliberal. Yo pensaba que la obra iba a cuestionar su accionar, pero, a juzgar por la reacción de la gente, me han dicho que es casi un homenaje a Bachelet. Quizá, sin querer, lo sea...

-¿Bachelet fue a ver la obra?

-No. Fue su madre y fueron amigas de su círculo íntimo. A mí me encantaría que fuera, pero no lo logré...

Cuando culmina la obra las tres actrices, mientras disminuye la intensidad de las luces, observan una mesa cubierta de vasos y copas ubicada a su derecha. Es la mesa que, ahora, comienza a vibrar cada vez más fuerte anunciando el terremoto que marcó el comienzo de la gestión de Sebastián Piñera, el presidente que hace meses enfrenta una generación que pelea por un nuevo futuro.
DIXIT

"Chile no tiene memoria. O, dicho de otro modo, la pErdida de memoria es la manera de volver a armarse"
Paulina Urrutia

"Vivimos un momento de sincronia entre lo que el teatro dice y lo que pasa en las calles"
Guillermo Calderón

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1411533-teatro-politico-en-estado-puro

No hay comentarios.:

Publicar un comentario