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viernes, 4 de febrero de 2011

La mirada de un actor y director

Fusilado en 1940, Meyerhold fue víctima del estalinismo.

04/02/11 Clásico de teoría teatral, se reeditó una compilación de textos de Meyerhold.

POR JUAN JOSE SANTILLAN

La mayor concentración de escritos en castellano de Vsevolod Meyerhold publicados por la Asociación de Directores de Escena de España (ADE) serán nuevamente distribuidos luego de un período de ausencia en Buenos Aires. Proeme y librería Guadalquivir ponen en circulación Meyerhold: textos teóricos , clásico de la teoría teatral, editado por el español Juan Antonio Hormigón, quien recopiló varios de estos materiales en la década del 70 y los amplió en sucesivas reediciones.

Se trata de textos claves en la producción del director y actor ruso: conferencias y escritos publicados en medios de la época, además de charlas con sus actores antes de comenzar un período de ensayos. Sobresale una excelente transcripción de las distintas etapas que atravesó el proceso de El inspector , de Gogol, que Meyerhold comenzó a ensayar en 1925 y donde profundizó en la ejecución de una minuciosa partitura gestual arraigada a un control espacial y rítmico. En estas charlas detalla el abordaje y la deconstrucción de cada escena.

Desde principios de la década del 20, el director mantiene un núcleo de trabajo hasta la disolución, en 1938, del apoyo estatal al Teatro del Estado Meyerhold (TIM). A Igor Iliinski, uno de sus actores más importantes, le dedica un texto homenaje. Este equipo de trabajo es el antecedente conceptual del Berliner Ensamble. Una tradición que germinó hasta la formación de los teatros de grupo del 60 y 70 en Latinoamérica y Europa: Odin Teatret, Théâtre Du Soleil, Yuyachkani, entre otros.

Meyerhold: textos teóricos se inicia con cartas y telegramas a Chéjov, como la que le escribió en 1901, con 27 años, cuando integraba el elenco del Teatro de Arte de Moscú: “Cuando miro mis manos delgadas, las odio, porque me veo tan flojo y blando como estas manos que nunca han cerrado el puño con fuerza... No tengo miedo del porvenir, con tal de que el final llegue pronto, no importa qué final. Pero eso basta”. La severidad con que construyó su oficio lo desmarcarán de esta impresión inicial.

Cada escrito tensiona las circunstancias de una época donde el teatro se entrecruza con la revuelta, antes y después del Octubre Rojo. En 1917, Meyerhold entabla una relación con Maiakovski y los futuristas en la breve y particular asimilación de las tesis del Proletkult. Maiakovski fue uno de sus autores más respetados que, según Meyerhold, debían renovar la dramaturgia soviética. Desde Moscú, en un telegrama de 1928, el director señala: “Me dirijo por última vez a tu buen sentido. El teatro se está arruinando. Faltan obras. Obligan a renunciar a los clásicos. No estoy dispuesto a bajar el nivel del repertorio. Ruego respuesta seria: si podemos contar con tu obra durante el verano”. Maiacovski finalmente envía El baño , estrenada en 1930, año de su muerte. La música del espectáculo la compuso Prokofiev.

Con el paso de los años, el núcleo de su prosa se altera y los textos adquieren un tono de choque tanto en la crítica hacia el medio como en la autocrítica de su ejecución teatral. Así, establece los principios de la Convención consciente y la Biomecánica. El estudio y la maduración de los procedimientos que aplica en sus espectáculos radicalizan su pensamiento. Y este libro plasma una escritura inquieta, contradictoria, que fricciona práctica y reflexión a medida que el director progresa en su desarrollo experimental. En pleno afianzamiento del realismo socialista, lo acusan de “formalista”. Contra esta situación, Meyerhold arremete en diferentes ocasiones. Incluso, plantea un contrapunto en su famosa conferencia “Meyerhold contra el meyerholdismo”.

Contra toda esperanza , memorias de Nadiezha Mandelstam, viuda del poeta Osip, es un material ineludible que puede consultarse como fondo de estos textos de Meyerhold. Nadiezhda profundiza, al reconstruir la vida de su esposo, con extrema lucidez en las coordenadas de la creación intelectual y artística durante el estalinismo. Caminos paralelos de una misma época que condujeron a finales similares: tanto Osip Mandelstam, en Siberia, como Meyerhold el 2 de febrero del 40, en un pabellón de fusilamiento moscovita.

Fuente: http://www.revistaenie.clarin.com/escenarios/teatro/mirada-actor-director_0_421158084.html

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