Teatro Independiente: La pieza se presenta mañana en el Pasaje Dardo Rocha, gratis
El camino para "construir un espacio que apunte hacia lo mejor del ser humano" es una "responsabilidad y un desafío" para el Grupo La cuarta pared, según le había contado a Diagonales Gustavo Delfino cuando presentaron Donde el viento hace buñuelos, una obra de Arístides Vargas que habla sobre la amistad y la muerte.
Para demostrar que siguen por la misma senda del teatro de reflexión, le traen al público platense la pieza Queremos la papa, que se podrá ver mañana a las 20, en el Pasaje Dardo Rocha (50 entre 6 y 7, 2º piso, sala B).
La obra es una versión de La Orgía, de Enrique Buenaventura, que el grupo venía representando desde hace una década, pero para esta ocasión decidieron "utilizar los mismos personajes, rescatarlos y volver a contextualizar", contó Delfino, que además de actor es el director de la pieza junto a Horacio Rafart.
Queremos la papa se basa en un trabajo de "improvisación e investigación sobre hechos políticos y sociales. Nos pusimos a pensar que nos interesaba como para poder recrear lo que significa la marginalidad, que no es lo mismo que quedar marginado de la sociedad, porque estar marginado es doloroso", dijo uno de los fundadores de La cuarta pared, que agregó: "sentimos que en los últimos años se acentuó el hecho de mostrar la espectacularidad de la pobreza, por llamarlo de alguna manera. El programa televisivo Policías en acción, por ejemplo, muestra a la pobreza como objeto de consumo y esa carencia del otro, a fuerza de reiteración, pueda que se vuelva más digerible, nos vamos acostumbrando a vivir con la pobreza y deja de importarnos". Por ello, el dúo Delfino-Rafart decidió "construir una dramaturgia con mucha ironía, recuperando de cierto modo el realismo del cine, realismo sucio. Con mucho humor pero siempre con esta carga dramática de fondo, con esta vida que estamos llevando".
El elenco, que se completa con Virginia Barisson, Nicolás Masciotro y Andrea Arias, cuenta las andanzas de una vieja exprostituta que en sus "años de esplendor" se regodeaba con el poder y ahora le paga a mendigos con un plato de comida –cada vez más escaso– para que vean sus dramatizaciones. Pero la mujer paga los alimentos con los ahorros que le roba a su hijo sordomudo.
"Nosotros tomamos este juego simbólico de que el pueblo es el sordomudo, no tiene palabra o ha renunciado a ella para defenderse del vaciamiento al que es sometido. Lo abordamos desde un humor siniestro y, además, el hijo no aparece en escena, fue una decisión adrede, porque de todas las violencias, la más fuertes que hemos estado vivenciando tiene que ver con la exclusión, con borrar la imagen, le quitaron la imagen al sector y directamente no existe", explicó Delfino.
–Hablan de "desnudar una terrible realidad latinoamericana". ¿Cómo es eso?
–Sí, porque los personajes hablan el argot latinoamericano. Nosotros presentamos la obra en toda Latinoamérica, a fin de año vamos a iniciar otra gira, y lo hacemos en todos lados y todos entienden. Trabajamos el lenguaje de la marginalidad de los distintos países, hay un colage muy fuerte. Nuestra intención son los contrastes, la carnavalización de la escena, la deformidad en las distintas democracias de América Latina. En esta obra queremos expresar las deformidades en escena, como estamos política, económica y espiritualmente. Decimos que el hombre es uno y sus circunstancias y, si esas circunstancias cambian, quizás el ser humano también cambie.
Próximamente. La cuarta pared es uno de los mejores grupos teatrales independientes no sólo de la ciudad sino del país. Con Queremos la papa resultaron ganadores del VII Festival de la Comedia, que se realizó a fines de mayo.
"Haber sido elegidos como mejor obra nos llena de orgullo y nos compromete a seguir trabajando y hacer crecer el teatro en La Plata", aseguró Gustavo Delfino, quien también adelantó uno de sus futuros proyectos: "en agosto estrenamos un espacio cultural, vamos a recuperar un club de más de 70 años, el Club La amistad, de 5 y 39, con la intención de generar un nuevo espacio para las artes escénicas".
Y para no dejar dudas sobre el argumento de la obra, que mañana se presentará con entrada gratuita, destacó: "el nombre es Queremos la papa porque la pieza gira alrededor de eso, de 'queremos comer, queremos comer'. Del granero del mundo, como se llamó a la Argentina, del gran banquete, quedó solo papa. En la historia se verán muchas escenas de la vida y la historia de nuestro país escondidas en la escena teatral, como por ejemplo el estallido de 2001, y si el espectador está atento va a descubrir y asimilar lo que nos pasó en los últimos años".
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