“Cosi fan tutte” en la ciudad
El viernes se estrena en el Teatro Argentino una de sus óperas más celebradas. “Es el autor ideal para acercar nuevos espectadores a la ópera”, afirma el régisseur Rubén Szuchmacher
31 de Agosto de 2016
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Mozart: La vigencia de un clásico |
El Teatro Argentino vuelve a Mozart: el viernes estrenará una nueva puesta de una de sus más celebradas óperas, “Cosi fan tutte” (“Así hacen todas”), estrenada en 1790 pero que el director de escena Rubén Szuchmacher, en su regreso a la ópera tras una década, decidió ubicar en la década del 50.
Se trata de una de las tres colaboraciones que combinan el inigualable talento musical del compositor y el desparpajo del libretista Lorenzo Da Ponte, con quien también pergeñó las célebres “Las bodas de Figaro” y “Don Giovanni”.
“Tiene la vigencia de los clásicos, sigue resonando de una manera particular en el oído contemporáneo: su música en ningún momento envejece, y el libreto de Da Ponte tiene un desparpajo que lo acerca a una mirada contemporánea”, explica Szuchmacher sobre la permanencia de Mozart en los programas de los teatros oficiales y la reposición de la obra en el Argentino, donde se realizarán seis funciones, el viernes, sábado y domingo de los próximos dos fines de semana.
¿Cómo se explica la persistencia de Mozart? “Hay una marca de época”, acepta el régisseur, “pero son obras no religiosas, no tienen marcas del honor en el sentido de la tradición católica. Eso lo vuelve más próximo: más allá de que hoy la gente crea en la religión católica, lo cierto es que las morales son mucho más laxas”.
En ese sentido, Szuchmacher afirma que el austríaco “es el autor ideal para acercar nuevos espectadores a la ópera. Tiene la condición de lo verdaderamente artístico: parece muy sencillo y es muy complejo. Hay una estructura terriblemente compleja que sostiene el andamiaje, pero para quien escucha y ve, parece algo liviano”.
LOS 50
Esa “magia” de Mozart asoma también en el guión del drama jocoso “Cosi fan tutte”, que inicia como una comedia de enredos “pero se va volviendo cada vez más densa, más extraña. Los personajes están cada vez más solitarios y perdidos, cada vez están menos conectados... y finalmente terminan todos separados”, explica el director escénico que, en esta ocasión, decidió trasladar el universo del siglo XVIII a la década del 50.
“Para el artista y el espectador local es casi imposible reconstruir el siglo XVIII, porque no lo tenemos en nuestro imaginario. Nuestros primeros recuerdos son desde el siglo XIX: el siglo XVIII es una abstracción”, ofrece como motivo de la adaptación temporal Szuchmacher, y agrega que por ello “ubicar la obra en la época original iba a generar mucho alejamiento con el espectador al que yo pretendo llegar, que es mucho menos experto en la ópera. La puesta no está hecha para el que le busca el rulo del rulo o compara la puesta con las europeas a través de internet, me interesa poco ese espectador. Me interesa una audiencia más ingenua a la intentaré entretener durante tres horas”.
En ese sentido, Szuchmacher, que adapta por primera vez una ópera del siglo XVIII, afirma que los 50 le resultan familiares a buena parte de la audiencia, “pueden reconocer algo de su historia” en los trajes, la escenografía y, sobre todo, en la icónica estética de aquellos años de color y rock and roll.
La elección de la década, sin embargo, no es meramente una decisión basada en lo estético: “Los 50 son una época donde todavía dos chicas podían estar muy amantes de sus novios, y creer en los disfraces. Si avanzamos hacia los 60, los 70, hacia esta época donde nadie cree nada, sería imposible: para esta ópera tiene que haber un mundo de ilusión, y en los 50 todavía existe la ilusión. Había cierta euforia posterior a la guerra, y un intento de reconstruir el mundo, la ingenuidad todavía era posible”.
Funciones
“Cosí fan tutte” podrá verse los días viernes 2 y 9 de septiembre y sábados 2 y 10, a las 20.30, mientras que los domingos 4 y 11 la comedia “que no lo es tanto” se pondrá en escena desde las 17. La dirección musical estará a cargo de Rubén Dubrovsky (2, 3, 4, 9 y 10) y Natalia Salinas (11), el Coro contará con la preparación de Hernán Sánchez Arteaga, la escenografía y el vestuario le corresponden a Jorge Ferrari y la iluminación a Gonzalo Córdova.
El reparto estará constituido por Carla Filipcic Holm/Daniela Tabernig, Mariana Rewerski/Florencia Machado, Gustavo De Gennaro/Santiago Bürgi, Michel de Souza/Alejandro Spies, Héctor Guedes/Luciano Miotto y Marisú Pavón/Cecilia Pastawski.
Fuente: EL DIA