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Además, Kive Staiff tiene sucesor en el Complejo
Miércoles 25 de agosto de 2010 | Publicado en edición impresa LA NACION
Por Alejandro Cruz
De la Redacción de LA NACION
Antes de prender el grabador, los roles de los entrevistados son los siguientes: Hernán Lombardi, ministro de Cultura porteño; Carlos Elia, director adjunto del Complejo Teatral de Buenos Aires; Alberto Ligaluppi, codirector del Festival Internacional de Buenos Aires (FIBA), y Darío Lopérfido, el ex funcionario delarruista que, aunque siempre se dijo que estaba en las sombras de la actual gestión de Cultura, siempre se negó a ocupar cargos (hasta ahora). Hay un personaje que no está alrededor de la mesa pero que siempre está: Kive Staiff. Cuando se apague el grabador, el panorama habrá cambiado.
"Lo que anunciamos hoy son varias cosas -arranca Lombardi, el dueño de casa-. Por una parte, la nueva constitución del Consejo de las Artes Escénicas, que será presidido por Staiff [actual director general del Complejo Teatral de Buenos Aires] y Mauricio Wainrot. Consideramos que debía haber una mayor articulación de las artes escénicas, que actuará como mesa de consenso para el corto, mediano y largo plazo. Cumplirá una función consultiva y estratégica."
-¿Por qué Staiff y Wainrot? ¿Cuál es la definición política para haber llegado a ellos?
Lombardi: -La definición que atraviesa a toda a esta nueva estructuración: la idea de la continuidad y cambio en medio de una transición ordenada. En el caso del Complejo se trataba de un proceso complicado porque era ya casi indistinguible el Complejo de Kive. Por lo tanto, era un desafío intelectual resolver el par dialéctico continuidad y cambio con su salida. Entonces, aprovechar su experiencia y sumar la de Wainrot era importante.
-Usás el par continuidad y cambio y se me viene a la mente renovación y cambio. A la luz de este último par, parece haber poca idea de renovación y mucho de haber apostado a la experiencia.
Lombardi: - Bueno, es aprovechar sus experiencias en un organismo estratégico.
-¿Qué sucederá en el Complejo Teatral de Buenos Aires?
Lombardi: -Tiene la misma lógica. Carlos Elia es una persona de enorme experiencia y, además, estuvo presente durante toda la conducción de Kive. Entonces, se combina la continuidad constitucional con la idea de un abierto replanteo estético. Por eso asumirá Alberto Ligaluppi como director artístico del Complejo. El había estado en el FIBA hasta... hoy, y esto es un reconocimiento a su gestión.
-Entonces, ¿naufragó la idea de formar un equipo de curadores para el Complejo?
Lombardi: -A Alberto se sumarán Martín Bauer, para el área de la música, y Adelaida Mangani, para lo infanto-juvenil. En ese contexto, el Alvear estará dedicado predominantemente a la música; el Regio, a lo infanto-juvenil; el De la Ribera, al tango, y el Sarmiento, a las vanguardias. La danza, por supuesto, conserva a Wainrot como director del Ballet que, además, tendrá un presupuesto administrado por el mismo Ballet.
-¿Al Sarmiento no saben quién va?
Lombardi : -Estamos viendo...
-¿Por qué aceptar la dirección del Complejo de Buenos Aires cuando, por ejemplo, la semana pasada Alejandro Tantanian, en una charla organizada por Colectivo Teatral, dijo que estaba atravesando una crisis terminal? Aparentemente, las cartas no son ganadoras.
Elia: -El Complejo está en una crisis seria que la podés ver de dos maneras: puede ser terminal o una crisis generadora de crecimiento. Queremos eso. Necesitamos ayuda del gobierno, necesitamos terminar las reformas del edificio y un presupuesto más adecuado. Por otro lado, el San Martín es mi casa.
-¿En tu caso, Ligaluppi?
Ligaluppi: -Una de las cosas que me gustan es este proceso de construcción arquitectónica y reformulación artística. Me da temor, claro, porque es una reconversión muy grande. Como vos decís, está en una crisis terminal, pero, en lo personal, me gusta meterme en esta pelea. Me parece que podemos llevar a gente más joven a la sala. Si sale bien puede ser muy lindo para los que trabajamos ahí.
Hasta el momento venía callado. Es su momento: Darío Lopérfido será el director artístico del Festival Internacional de Buenos (FIBA). Hasta hace muy poco, él venía diciendo cosas como "Lombardi sabe muy bien que no quiero volver a la administración pública. Estoy muy bien con mi rol de productor de espectáculos de música y de teatro". Pero acá está. "Hace falta entender el contexto", dice. Explica que los festivales nacieron en la época en que él estaba en Cultura y Lombardi, en Turismo de la ciudad. De hecho, él fue el primer director del encuentro escénico.
"La declaración que me recordás era por si iba a ser director del San Martín. Intelectualmente estoy muy alejado de la política, pero no del arte. Por primera vez me ofrecieron un cargo artístico, que es lo que más me interesa. Yo quiero hacer cosas vinculadas al arte, éste es mi objetivo. Sumado a la propuesta de Lombardi, que es mi amigo de toda la vida, se agrega una extraordinaria ventaja: somos todos amigos y la afinidad entre Ligaluppi y yo viene de cuando él dirigía el festival de Córdoba.
-¿Por qué, Lombardi, pensar en Lopérfido cuando su trayectoria está más ligada a su gestión política y no a lo artístico?
Lopérfido: -Te lo contesto yo, porque Hernán lo sabía perfectamente. Esa etapa la di por concluida. Soy una persona con tendencia muy grande a aburrirme. En lo político hice todo: fui director del Rojas, subsecretario y secretario de Cultura de la ciudad, de la Nación, director del primer festival de Teatro, pero probablemente mi futuro esté vinculado a cuestiones artísticas y no a la gestión.
Ligaluppi: -En lo personal, el año pasado el FIBA salió bien, pero había cosas para cambiar. Me parece que la llegada de Darío va a producir movimientos interesantes.
Lopérfido: -Y acepté porque, ya con la estructura de Festivales creada y crecida, el director artístico no tiene que estar pendiente de la gestión, del presupuesto; la próxima vez que hable contigo será de los espectáculos que vengan y de todo eso... La historia de los festivales en Buenos Aires es la historia de un proceso exitoso.
-Alberto, ¿qué va a pasar con todo tu trabajo para el próximo FIBA?
Ligaluppi : -Se lo pasaré a Darío.
Lopérfido: -Aquí no hay canibalismos. La gente de la gestión cultural le da clases a la clase política.
-Sin usar ese término, la misma historia del FIBA tuvo sus vaivenes: las partidas de Graciela Casabé y la de Rubén Szuchmacher crearon situaciones conflictivas.
Lopérfido: -Pero Rubén se fue sin problema...
-Bueno, digamos que decidió no hablar pero dejó en claro que había tensiones.
Lopérfido: -Las tensiones son propias de la condición humana. Lo que quiero decir es que en el marco de la gente que está aquí sentada y en el marco de la gente que no está aquí, no voy a dejar nunca de reconocer el trabajo que hicieron personas como Graciela Casabé o Rubén Szuchmacher, con quienes tengo fantástica relación. Somos gente del mundo de las ideas, no podemos tener determinados comportamientos.
-¿Se puede hacer un festival internacional en poco más de un año de gestión cuando, sabemos, las figuras más difíciles requieren mucho tiempo de anticipación para poder contratarlas?
Ligaluppi: - En dos meses más, no. Hoy, sí.
Lopérfido: -Creo que corro con ciertas ventajas porque a este festival lo conozco desde que nació, y esto no empieza desde cero. Todo lo que se avanzó es aprovechable y tengo mis ideas, que ya estoy trabajando.
La reunión concluye. El anunciado cambio en el área de las artes escénicas en la ciudad de Buenos Aires levanta el telón.
De izquierda a derecha:
Carlos Elia
Hernán Lombardi.
Darío Lopérfido.
Alberto Ligaluppi
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1297730
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