domingo, 1 de agosto de 2010

Bares y confiterías: el dolor de ya no ser


Los bares platenses son parte de la historia de la ciudad. Muchos debieron bajar la persiana, pero quedaron en el recuerdo de los nostálgicos.

Muchos fueron lugares de encuentro, reflexión y largas horas de discusión de poetas y bohemios; otros eran el punto de encuentro de los conservadores y radicales; y en otros sólo entraban los hinchas de los clubes Gimnasia y Esgrima o Estudiantes.

Los bares y confiterías platenses hicieron no sólo a la cultura y la identidad de la ciudad, sino que fueron parte de su historia.

Muchos tuvieron su auge por los ‘50 y ‘60, otros llegaron hasta casi nuestros días. En varios, la causa del cierre fue económica.

En diálogo con Hoy, Roberto Abrodos, investigador de la historia de la ciudad, contó que “en una época los bares eran sólo cosa de hombres, las mujeres no se aparecían por allí. Por suerte hoy cambió la cosa”.

Pero si de bares y confiterías se habla, en la ciudad, había uno para cada gusto y estilo de parroquiano.

En ese sentido, Abrodos precisó que “uno muy tradicional y paquete era la Confitería Bristol, ubicada en 7 y 47. Donde funcionó hay una placa recordatoria. Era un lugar de encuentro que conocí de muy chico, era frecuentado por los radicales” precisó al tiempo que agregó “también había bares exclusivos para hinchas de Estudiantes y de Gimnasia. Estaba el Victoria que era frecuentado por gente de Estudiantes; y después estaba el Formika, donde iban los de Gimnasia”.

Otra confitería era Cabildo, que se ubicaba en 7 esquina 54 y donde en la actualidad funciona una farmacia. “Allí se jugaba mucho al billar y en la parte superior tocaban orquestas”.

En la actualidad esos bares desaparecieron. Algunos se transformaron en farmacias, en cines que después pasaron a ser ferreterías, bancos,

comercios de ropa y otros bares, como el caso del clásico Bar Coliseo, ubicado en la esquina de 10 y 47 , que desapareció en febrero de 2009.

Los nombres de grandes extintos siguen: La Perla de 7 esquina 48, Café Rivadavia, que se ubicaba en 50 casi 8, y el Royalty que abría sus puertas en 7 entre 53 y 54.

Las orquestas

A principios del siglo pasado, los bares y confiterías se caracterizaban por tener el ritmo de las orquestas.

Al respecto, el músico Willy Dante, quien llegó a formar parte de esas orquestas de antaño, detalló los lugares en donde tocaban las bandas.

En diálogo con Hoy contó que “estaban las orquestas y espectáculos tipo music hall que se daban en ese entonces, que eran algo muy distinto a la actualidad”.

“En la calle 43, justo enfrente de la estación del ferrocarril, había un bar que se llamaba La Querencia, que fue el primer bar de tipo americano, esos con barras largas y asientos al final. Ahí hizo sus primeros pasos Pepitito Marrone y su mujer Juanita Martínez”, expresó.

“En 50 y 5 funcionaba el bar de El Cristal, allí se presentaban grupos, yo toqué ahí, era una confitería bailable que funcionó por la década del ‘50”.

Otros bares que ya no existen son La Barrera, que funcionaba en diagonal 80 y 115, y La Carreta, en 10 y 58.

Para Dante, el fin de las orquestas comenzó por los ‘60: “Por esos años se dejaron de usar las orquestas de 12 y 13 músicos, y comenzaron los tríos, los cuartetos”.

Diario: http://www.diariohoy.net/accion-verNota-id-95966

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