lunes, 10 de septiembre de 2007
Entrevista a Iñaki Urlezaga
por Agustina Llumá · fotos de Alicia Sanguinetti
Iñaki Urlezaga acompañado por la bailarina del Teatro Bolshoi de Moscú, Natalia Osipova, y su Ballet Concierto presentará la versión completa de Giselle, en el Luna Park de Buenos Aires, los días 19 y 20 de octubre. En diálogo con Balletin Dance, el bailarín relató sus últimas vivencias
Mantener una compañía privada no es tarea fácil, y menos aún concretar un ballet completo del repertorio clásico tradicional. El Ballet Concierto de Iñaki Urlezaga ofrecerá el próximo mes en Buenos Aires Giselle, con las dificultades que acarrea por “la gente, los espacios, la escenografía, los vestuarios, contratar una orquesta, es una movida gigante. Aunque no hago seguido ballets completos en Argentina, en Europa sí, que es donde más me lo han pedido, hicimos Don Quijote y Paquita este año, muy pocas veces Giselle, y a fin de año haremos Cascanueces”.
Natalia Osipova
“Le dicen Plisetskaya, porque los bailarines siempre se repiten, pero de una generación a otra. Tiene 19 y Maya Plisetskaya más de 80, así que no se debe parecer tanto. Me interesa que el público de acá la conozca, ella comienza a vislumbrarse, hace seis u ocho meses que está bailando los grandes títulos.
Osipova, llegará a Buenos Aires dos semanas antes del estreno, “me pidió venir con mucha antelación. Yo voy a estar en Holanda y llego una semana después”.
Ultimos movimientos
“Terminé la temporada en Holanda, me fui directo a las últimas funciones que hice con Alessandra (Ferri) que se despidió en Italia. Vine corriendo, literalmente, y me fui a una gira en la provincia de Misiones. Volví y me fui corriendo a Santiago de Chile para los festejos de los 150 años del Teatro, por una invitación de Marcia Haydée. No la conocía y obviamente me encontré con alguien especial, nunca había estado en Chile, volví a bailar con Marcela (Goicoechea) que hacía más de deiz años que no bailaba con ella, fue muy gratificante, corto, cuatro días y me volví. Me fui otro fin de semana en gira a Rosario, Paraná y Tres de Febrero con los chicos, volvimos. Hicimos diez días en Grecia con la compañía. Volví el sábado y el próximo sábado 1º de septiembre me voy a Holanda”.
Próximas actuaciones
“En Holanda se hace en septiembre un festival en homenaje a Hans van Manen, que cumple 75 años. Se hace una retrospectiva de su trabajo con 26 compañías de todas partes del mundo, mientras el Ballet Concierto estará haciendo funciones.
Después a mediados de septiembre se comienza con los ensayos de Giselle, se baila en el Luna Park, y luego regreso a Holanda, se abre la temporada con Romeo y Julieta, de Rudi van Dantzig que no bailé nunca.
Vuelvo dos semanas, ensayamos Cascanueces completo y salimos un mes y medio de gira, España, Turquía, Italia. Vuelvo a mediados de enero y tengo que preparar una gira para finales de febrero a Centroamérica”.
Cambio de clima, idioma, moneda...
En Europa es todo euro y el inglés lo manejo bárbaro. La compañía holandesa se maneja en inglés, en ensayos y clases, es rarísimo eso. No existe ningún bailarín internacional que no viaje, que esté anclado en un sólo lugar. Los años pasan, si todavía no hice ni la mitad de lo que quiero con todo lo que he recorrido, imaginate si no recorriera me tendría que jubilar a los 60 y no quiero, quiero retitarme bien.
Romeo y Julieta de van Dantzig
Hace muchos años que la compañía la hace, forma parte del repertorio holandés, como el repertorio inglés para los ingleses, y Cranko para los alemanes. Es una obra totalmente tradicional para el público. Es una de las cosas tristes de la Argentina que sobre todo en los últimos años se han perdido obras como La Sylphide de Lacotte. Esta versión de Romeo y Julieta no es como la de MacMillan, que si bien no fue hecha para Nureyev la terminó estrenando él entonces Romeo tiene cinco solos, algo inaudito en obras de MacMilan. Acá no estaba Nureyev, es una versión más tranquila, que pasa más por lo global, por la tragedia, Romeo y Julieta no están tanto tiempo solos, sino siempre más rodeados de la gente de la familia.
En Holanda el teatro es gigante, tiene 20 metros de boca, la escenografía y la puesta es fastuosa. Con escenografías gigantezcas, esos palacios indescriptibles, esos brocatos que caen de todos lados, esas arañas gigantes. Es lindo que ellos todavía tienen esa dualidad, de todo lo contemporáneo, lo abstracto de Kylián -y quien se te ocurra-, pasan a La Bayadera de Makarova, o al Lago con esas reminiscencias.
Holanda
En Holanda me encontré con que Rudi está vivo y sigue creando, igual van Manen, al lado -a 60 km- está Kylián, tienen un movimiento muy activo, tienen la suerte de tener coreógrafos presentes. Poder trabajar con el coreógrafo me dio un aire nuevo, un respiro nuevo, vos estás seguro que es de esa manera y que va a funcionar, que es fiel, es lo único entre vos y él. No es lo mismo trabajar con un repositor que estuvo al lado del coreógrafo. En el mundo de la danza clásica esto se ha perdido mucho, porque la mayoría de los grandes creadores están muertos y hay poca gente capaz de respetar o de explicar cómo eran las cosas (o quién sabe exactamente qué es lo que hizo Petipa doscientos años atrás) y con el tiempo se desvirtúan las obras. Es que también es más fácil de esa manera, se ensaya mucho menos, se bailan más cantidad de funciones, la gente tiene acceso a obras que antes no tenía. Esa es la vorágine hoy por hoy, de trabajo a nivel mundial, menos acá, en el resto del mundo tenés tantas funciones que no llegás con los ensayos.
¿Pensás dedicarte exclusivamente a tu compañía?
Volver a vivir a Buenos Aires, instalarme y trabajar, es muy difícil. La organización europea me permite poder manejar los tiempos mucho mejor, porque al saber de acá a dos años qué es lo que va a pasar en Holanda, me permite planificar el tiempo que voy a tener para el Ballet Concierto, de esa manera me va muy bien. Después de tantos años en Holanda, en Europa, puedo decir esto me interesa hacer, esto no. Hay cosas que ya no volvería a bailar, y otras que estoy esperando poder hacerlas por primera vez.
¿Qué no volverías a bailar?
Qué se yo, un pas de deux que no me diga nada, ya no es un aliciente subir a un escenario, esperar tres meses para ensayar con un repositor que no se acuerda de cómo era la obra. Como ahora no tengo exclusividad contractual, tengo la libertad de elegir qué títulos me interesan de cada temporada, el resto trato de no hacerlos (de una manera correcta). Esto me da la posibilidad de hacer otras cosas, de estar acá, de poder crear, de tener un trabajo más personalizado con la compañía que es lo que más me interesa. Poder conocerlos mejor. No soy el director, está Chichí (Lilian Giovine) que es la que hace absolutamente todo, es quien va a montar Giselle, yo llego una semana antes y salgo a bailar, así que el mérito de que la compañía tenga el nivel que tiene es de ella. Yo le doy una supervisación artística, una ideología que me interesa.
¿Qué ideología?
No se cómo expresarlo… hay cosas que hay que verlas para entenderlas. Uno trata de ser fiel a sí mismo, así como fui educado artísticamente trato de respetarlo. Creo que la musicalidad es muy importante, la esencia de la obra es muy importante, y saber cómo dejar a la gente ser personal arriba del escenario es lo más importante. Eso se da en el elenco, la gente se siente libre de poder subir a un escenario y bailar siendo esa persona misma, no tratando de copiar el video que encontró en una página web la noche anterior, porque así no formás a nadie.
¿Qué te gustaría hacer todavía…?
Miles de obras. Me gustaría trabajar cosas de Cranko, porque justamente Holanda tampoco tiene casi nada, Inglaterra menos, porque han tenido muchos conflictos personales en tiempos remotos, entonces nunca llegó nada de él. Pero es justamente la base del repertorio que yo he vivido siempre y disfrutaría mucho bailarlo. Estoy esperando el momento en que se de. John Neumeier está vivo y me encantaría conocerlo. No creo que haya hecho ni la mitad de las cosas que debiera hacer.
Coreógrafo
Hice un ballet bastante grande de 45 minutos, que estrené en La Plata el 24 de mayo. Fue un trabajo intenso, que como todo trabajo creativo, a mi me deja bastante removido. Con música de Chopin, me ayudó Andrés Risso a seleccionarla. Son cuatro parejas, cuatro visiones de la vida, donde cada cual no se anima tanto a ser como es dentro de la sociedad, sólo cuando se encuentra en soledad, cuando entrás a tu casa, cerrás la puerta y se desata tu realidad. El amor es lindo. Por más mal que te haya ido, algo bueno te habrán dejado, o al menos es mejor que no haberlo tenido nunca. Por eso decidi terminarlo con la Danza Heroica, que es muy alegórica, muy festiva.
Seguir coreografiando
Estoy en eso… tengo grandes problemas con el tiempo, no es que yo puedo venir en un fin de semana y coreografiar. Ya tengo la idea, pero no encuentro seis semanas, tres horas por día para estar quieto en Buenos y Aires y poder trabajar, afortunadamente para la compañía porque trabaja muchísimo. ¨
Iñaki Urlezaga, Natalia Osipova y el Ballet Concierto presentarán Giselle, en el Luna Park, los días 19 y 20 de octubre de 2007.
Fuente: http://www.balletindance.com.ar/index.php?option=com_content&task=view&id=121&Itemid=355
No hay comentarios.:
Publicar un comentario