jueves, 29 de diciembre de 2005

Destacada reedición de Puccini

Un pasaje de la puesta del Teatro Argentino de La Plata Foto: Willy Gómez

Lunes 19 de diciembre de 2005 | Publicado en edición impresa LA NACION

Representación de la ópera "La Bohème" , en cuatro actos de Giacomo Puccini, con libreto de Giuseppe Giacosa y Luigi Illica, sobre "Scènes de la vie de bohème", de Henri Murger, por la Orquesta Estable del Teatro Argentino dirigida por Mario Perusso; con el Coro del Teatro, dirección: Luis Clemente; Coro de Niños, dirección: Oscar Escalada. Diseño escenográfico: Marcelo Perusso. Vestuario: María Victoria Weber. Iluminación: Esteban Ivanec. Cantantes: María José Siri, Carlos Duarte, Eleonora Sancho, Federico Sanguinetti, Norberto Marcos, Luciano Miotto, Fernando Alvar Núñez, Ricardo Franco, Vicente de Paul Romero y Leonardo Palma. En el Teatro Argentino de La Plata.
Nuestra opinión: muy bueno

Con justificada expectativa se esperaba esta nueva producción escénica de "La Bohème", una de las más logradas óperas que a lo largo del tiempo ha encontrado siempre cálida aceptación del público. La conmemoración de Giacomo Puccini asumida por el Teatro Argentino al cumplirse este año un siglo de su histórica venida a la Argentina, ilustrada con la interesante muestra fotográfica y documental que prepararon los críticos Daniel Varacalli Costas, Gustavo Otero y Patricia Casañas en el foyer del primer piso, configura un homenaje que el país no podía pasar por alto.

El libreto que Giacosa e Illica elaboraron sobre "Scènes de la vie bohème", de Henri Murger, plena de un realismo con notas románticas a los que ambos infundieron sentimentalismo y cierta sensualidad, encontraron en Puccini la dosis de sincera espontaneidad para encauzar las propias tendencias sentimentales a través de armonías que sostienen una línea melódica de especiales características: fino trazo y delicada blandura o enérgicos impulsos y definiciones para adentrarse en las situaciones y aun en la psicología de los personajes.

Necesario será añadir en esta reposición del título que la orquesta del Argentino cumplió una destacada labor con la batuta del maestro Mario Perusso, conocedor de los aspectos más intrínsecos del estilo del maestro de Lucca, combinación de riqueza sinfónica con desarrollo continuo y efectos colorísticos, amalgamado con el melos tradicional italiano. El fraseo tuvo en todo momento auténtica intensidad expresiva.

Encomiable dignidad

Sobre esta sólida base y el eficiente desempeño de las voces intervinientes el resultado alcanzó una dignidad merecedora de encomio. Hay en esta nueva producción un adecuado sentido del espectáculo, con la incorporación de estructuras escénicas desplazables (como la mansarda o buhardilla), vivienda de los artistas bohemios cuyo limitado espacio sugiere la real estrechez en la que se desenvuelven sus vidas y la eventual huida de Rodolfo y Mimì hacia su techo, feliz proyección de su idilio a la luz de la luna. Muy lograda resultó la escena de masas en las calles de París, con coordinada participación de los coros y un despliegue escénico muy cuidado (en ésta y las restantes escenas de la ópera) en las que se incluye el contraste de situaciones dramáticas como la disputa de Marcello y Musetta.

El elenco de voces tuvo desempeños destacados en el caso de Carlos Duarte (Rodolfo, el poeta), de potente y muy pareja emisión, expresivo dramatismo y cuidada gestualidad. Fue acertada su "Che gelida manina" y notable su interpretación en la confesión a Marcello frente a los muros de París, con la consiguiente escena de la despedida de Mimì. Esta, en la personificación de María José Siri, tuvo momentos muy logrados ("Mi chiamano Mimì"), si bien su rendimiento no es tan parejo en toda la extensión del registro (particularmente en el sector agudo). Eleonora Sancho cantó bien el vals de Musetta en el segundo acto, y su desempeño mejoró en el último, junto al lecho de Mimì. Luciano Miotto (Colline, el filósofo) fue muy convincente en el aria de la despedida de su sobretodo, y tanto Federico Sanguinetti (Marcello, un pintor) como Norberto Marcos (Schaunard, un músico) tuvieron desempeños muy eficaces. El resto del elenco cumplió con corrección y sentido del espectáculo.

Héctor Coda

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=765989

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