Entrevista a Ricardo IbarlinQuedamos en encontrarnos con el “Mono” Ibarlin en un café céntrico, llegó puntualmente. Prefirió sentarse en una de las mesas de la vereda. El día prometía ser muy caluroso y ya lo demostraba. Yo había tenido ocasión de conocerlo y el gusto de acompañarlo, mientras recopilaba información para un libro en el cual se ocupó de coordinar y revisar en el año 2000. Se llamó “Contemos La Plata para saber cuanto valemos” ediciones La comuna Colección textos de la memoria Municipalidad de La Plata. Saboreando un café empezó la entrevista.
“Mi nombre es Ricardo Elías Ibarlin. El Elías viene de mi abuelo de origen uruguayo y Ricardo de mi padre por uno de los hijos de Jorge Bell ya que mi abuelo trabajó en la estancia de los Bell, en City Bell, como agradecimiento a Jorge Bell mi padre se llamó Ricardo”.
¿Sos Platense?
“Si, soy platense, nacido en Melchor Romero fuera del casco urbano de La Plata pero no tengo nada que ver con la locura. Yo nací entre cuerdos. Un lugar donde está Hiroshima, Nagasaki. Primera y Segunda mundial, Chernobil, El Chorrillo, la desaparición de personas, el estupro, la falsedad, la muerte y la pedofilia. No tengo nada que ver con la locura. Vivo en este mundo de cuerdos”.
¿Cómo empieza tu formación?
“Estudio siete años en la Escuela n°4 Alejandro Carbo la primaria y de allí voy al Colegio Nacional donde egresé en el año 1961. Ingreso en la Facultad de Ingeniería Química, hago dos años, muere mi madre y me meto en la Facultad de Filosofía y Letras. Me caso y me voy a vivir a Ecuador, a Quito, con un proyecto cultural que hacemos en ese momento con mi primera mujer Martha B. García, conocida en la ciudad por ser la hija de José García el dueño de la casa “Los mil artículos” que estaba en 6 y 50 enfrente donde estaba el correo”.
¿Desde cuando empieza tu vocación actoral?
“En el mundo entre las mejores obras que se han hecho",“Comienza en el año 1976 cuando escribo una comedia musical para chicos, cosa que después nunca dejé de hacer. Siempre ando a cuestas con alguna comedia musical para chicos de las cuales soy autor de la letra y de la música. También porque de alguna manera estaba en mí. Soy hijo único y me acuerdo cuando en mi familia se decía: “a ver que venga Ricardito a contar”. Tenía una predisposición, el atractivo de ser un narrador, a mostrarme y hacer gestos”.
“Para mí el 76 fue muy particular. Paradójicamente el país se debatía en una de las últimas miserias más espantosas que hemos tenido los argentinos. Conmigo aparece una vida totalmente distinta, que cambia mi rumbo hasta el día de hoy, hace prácticamente treinta años”.
¿Con quién te formas actoralmente?
“No tengo una formación académica, no estudié en ningún lugar. Tengo algunas clases de información con José Luis de las Heras, con Malena Marechal, la hija de Leopoldo, con quien empiezo a trabajar una obra en Capital Federal.donde Eso me va sirviendo para interiorizarme de lo que es el teatro”.
“Luego en la Comedia de la Provincia de Buenos Aires hay un grupo de gente, entre las cuales está Alberto Catán, Julian Howard.
Allí mismo aparece gente del teatro de Eugenio Barba que nos dá clases especiales. Además investigo escuelas teatrales y directores, pero no tengo una formación académica”.
“No me ha ido tan mal porque la carrera mía ha sido muy interesante.
Hice mucho cine, no sólo con directores argentinos sino para Roger Corman Producciones de E.E.U.U.S.
Otra, también para los americanos, con guión de Juan José Feinman que se llamó Midnight Dark, Naked Tango, otra que trabajé con Francisco Rey. Una serie de televisión francesa que se llamó “Las aventuras de Coplan”. En Jujuy trabajé para una coproducción francesa llamada “Expreso a la emboscada”. Aquí con Renán, Jusid, Olivera, Bauer, Andéchaga, Polverini, Guillermo Beilinson".
¿Tenés una vida rica y pintoresca?
“Tengo una profesión que me llevó a eso. Vengo de Europa con un grupo que hace quince años está marcando un rumbo totalmente distinto no sólo en la ciudad de La Plata sino en la Argentina, como lo es “La Hermandad del Princesa”.
No es raro lo de Europa, o haber ido a Venezuela. Dar vueltas por la Provincia de Buenos Aires y el país, porque eso es parte de la profesión”.
¿Si tuvieras la oportunidad de elegir entre teatro, música, poesía, que elegirías?
“No elijo. Hago lo que es parte de mi desarrollo. Estoy haciendo teatro; estoy escribiendo. Tratando de comenzar una novela por sexta vez. Estoy haciendo música; estudio piano; acabo de hacer televisión en Canal 5; antes estuve allí 4 años conduciendo “Entre Caníbales”.
El año pasado hice televisión en América haciendo “Hospital Público”. Fuí el Doctor Banegas director del hospital. No funcionó como debía por esa cuestión de la máquina de picar carne que es la televisión”.
“A mí me gustó mucho cómo se dio la cosa: Mercedes Corso la productora ejecutiva, me había visto en una obra llamada “Canon Perpetuo”. Me dijo: “cuando yo tenga trabajo en TV te voy a llamar”. Me llamó cuatro años después para decirme que tenia para mi la dirección de “Hospital público”.
¿Con qué te sentís mejor, con el drama, con la comedia, el humor?
“Mirá ahora estoy tratando de reírme un poco. Estoy haciendo un unipersonal que se llama “Contar Poesía” la cual me hace mucho bien. Después tengo un unipersonal Céjo Vallesar, basado en la vida de César Vallejos el poeta peruano, pero rodeado de tragedia y “Ritual Mecánico” que es una cosa muy profunda, trágica. Ando con ganas de reírme, cada tanto me rió, la paso bien”.
“No es que la pase mal. Hay cosas imperecederas en el espectáculo como cuando hice “El diluvio que viene” que me pareció una maravilla y la pasé muy bien. O cuando hice en la Comedia de la Provincia de Buenos Aires “Una sombra en el pajonal” donde hacía un personaje muy cómico. Me caben las dos cosas”.
¿Tenés algún referente, algún actor que te haya marcado, que admires?
Hice mucho cine, no sólo con directores argentinos sino para Roger Corman Producciones de E.E.U.U s. Trabajé para una serie de televisión francesa que se llamá "Las aventuras de Coplan". “Yo no he tenido referentes. El referente más importante que tuve fue mi padre. Mi padre fue durante 30 años enfermero del Hospital Romero y en algún momento formó parte de un “grupo filodramático”, como se decía en ese entonces, dirigido por un gran hombre que se llamaba Malfetano, Hizo obras como “Los líos de Godofredo” y ese tipo de cosas. Eso fue un referente familiar, un referente sanguíneo”.
“Pero como actores hay buenos actores. Me acuerdo muy bien de Walter Vidarte, de Luis Brandoni, Héctor Alterio cuando fuí empresario y los traje con la obra “Las criadas”. Me parece un gran actor Víctor Laplace. En nuestro país hay muchos y buenos actores”.
¿Una palabra sobre tu madre ya que has nombrado a tu padre?
“Mi madre fue una persona que proyectó sobre mi un montón de deseos. No son los que ahora en mi vida tenía pensados. Pero que sin quererlos ella, soy muy feliz. Soy feliz gracias a que me dio vida”.
Creo que eso es suficiente, más allá de los resultados del destino fijado tanto por ella, como por mi”.
¿Tu vida actual?
“Mi vida actual está fantástica: haciendo radio. Hay proyectos para el Teatro Argentino. En el 2005 voy a trabajar a la Sala 420 en Carlos Calvo y Balcarce, con la obra “Céjo Vallesar”, en febrero o marzo arrancamos otra vez con “Ritual Mecánico, hay proyectos para irnos a Europa. Tengo un panorama hermoso de trabajo”.
“Además estoy haciendo un trabajo sobre de indentidad Tolosa a través de un proyecto que se llama “Escenarios” dependiente del Instituto de Cultura Bonaerense un grupo de amigos me convocó”.
¿Tenes hijos?
“Tengo dos hijas María Ibarlin que es actriz y directora, y co-fundadora del el Grupo La Gotera allá en 13 y 71 en el Centro Cultural Viejo Almacén El Obrero. La otra es Fernanda que estudia Antropología y me ha hecho abuelo por cuarta vez”, dos nietos de cada una y ambas mujeres maravillosas. La gente que las conocen me dicen esto”.
¿Qué significa Maluco en tu vida?
“En el mundo entre las mejores obras que se han hecho, creo que esta “Maluco”, entre ellas”.
“Maluco para mí es una novela que empecé otra vez a leer. Esta novela de Baccino Ponce de León, el uruguayo, me parece una maravilla, no solo por lo que es la novela sino la adaptación que hizo Quico García.”.
“En el mundo entre las mejores obras que se han hecho, creo que esta “Maluco”, entre ellas”.
“Y todo eso desde la Hermandad del Princesa un grupo del cual formo parte hace 15 años, en donde se ha recuperado el espacio de la diagonal 74 como monumento de la ciudad”.
¿Una reflexión sobre la ciudad de La Plata?
“En esta ciudad yo viví dos situaciones muy particulares. Una cuando era adolescente y no me gustaba, otra cuando con el tiempo me di cuenta de que es un ciudad que no había captado. Me he dado cuenta que tiene umbrales, donde se puede ir a otros lugares”.
Aquí en La Plata, es cierto eso de “hay otro mundo y está en este”.
Ibarlin miraba su reloj, le dije ya está Mono, terminamos, sé que te tenés que ir a tu programa, y si..., era tarde. Se levantó, nos dimos un abrazo y quedamos en llamarnos. Me quedé pensando, mientras arreglaba mis cosas, qué gran tipo éste, qué personalidad y que simpleza templada en escenarios y sets, en la vida misma y sí, pensé, el Mono es un verdadero ejemplo!.
Roberto G. Abrodos
Diciembre del 2004.
Fuente: http://www.laplatamagica.com.ar/web/?q=node/125#mono