Entrevista a Marianela Nuñez
por Agustina Llumá
Diez años de desencanto generaron un notable éxodo de capital humano argentino. Como en décadas anteriores, los artistas e intelectuales buscaron refugio en el extranjero al dramático recorte de sus horizontes profesionales que trajo aparejada la crisis
En tiempos recientes balletin dance detectó un deseo renovado, una luz de esperanza, alojada en el ánimo de muchos de los talentos argentinos que desarrollan sus carreras en Europa y Estados Unidos, lo cual motivó este amplio informe, con entrevistas a muchos de los bailarines y bailarinas para quienes un regreso definitivo a nuestro país parece aún remoto, pero que comienzan a percibir un cambio en la tendencia fatalista de los vientos que soplan desde el extremo sur del planeta.
Marianela Nuñez es primera bailarina del Royal Ballet, elenco en el que también se desempeña nuestro compatriota Iñaki Urlezaga. A comienzos de septiembre interpretará El Lago de los Cisnes en el Teatro Argentino de La Plata junto a Maximiliano Guerra.
El Lago de los Cisnes
Este mes serán las funciones de El Lago de los Cisnes en el Teatro Argentino de La Plata, con versión coreográfica de Mario Galizzi.
Los roles protagónicos estarán a cargo de Marianela Núñez y Maximiliano Guerra las dos primeras funciones, y las siguientes serán interpretadas por el elenco local, bajo la dirección de Oscar Araiz y Mario Galizzi.
La Orquesta Estable será conducida por Fabián Dobler, la escenografía es de Augusto González Ara y el vestuario de Eduardo Caldirola.
Como en todas las funciones habrá un servicio de ómnibus desde y hacia Capital Federal, informes: (0221) 429-1732/33, o gratuitamente al 0800-666-5151.
Viernes 12 y sábados 20 y 27, a las 20:30 hs, sábado 13 a las 18 hs, domingos 21 y 28 a las 17 hs.
Pero además, Marianela reinicia su actividad en galas internacionales de la mano de Raquel Rossetti. El primer destino de este itinerario será el Festival Internacional de Ballet de Miami.
Durante la última temporada en el Royal Ballet la bailarina argentina interpretó La Bella Durmiente en versión de Natalia Makarova. “Estuvimos trabajando con Natasha cinco meses. Nos mató. Tuve tres funciones de Aurora, que bailé con Iñaki, fue lo más duro y lo más significativo de esta temporada para mi”, explicó con su preferencia hacia el ballet clásico.
Pero un hito mayúsculo en esta carrera que despega fue haber trabajado con el gran genio del ballet desde fines de siglo XX: Jirí Kylián. “Fue un placer trabajar con él haciendo Sinfonietta”, destacó aún ilusionada, pues se trataba, además, de la primera vez que el talentoso coreógrafo checo trabajaba para el Royal. “Genial, me encantó. Espero que lo inviten más seguido. También trabajamos con Mark Morris, un ballet que se llama Gong, en el que tuve que hacer un pas de deux”.
Con sólo veinte años de edad Marianela asegura también que “lo más lindo del año fue bailar en el Bolshoi por primera vez, hice Corsario con Carlos Acosta y al final de toda la gira hicimos una gala en la que intercambiaron los bailarines del Bolshoi con los nuestros, así que hice Quijote con Andrey Uvarov”.
La próxima escala en su carrera será Bayadera nuevamente con Natalia Makarova en el que encarará los dos roles, Nikya y Gamzatti.
La joven argentina debutó profesionalmente a los 14 años. Hoy reconoce que su carrera recién está en sus inicios: “soy pichoncita todavía, me falta un montón, si bien en estos cinco años aprendí muchas cosas y me di cuenta de muchas otras, recién empiezo”.
Del Royal Ballet lo que más le interesa es el repertorio “todavía no hice coreografías de Kenneth MacMillan, que es lo que más me interesa. Pero para hacer ese tipo de roles uno tiene que estar súper maduro. Nuestros maestros ensayadores trabajaron directamente con MacMillan y con Ashton, saben todo, y a mí me abrieron la cabeza”.
A causa de una lesión en la espalda, Marianela no pudo bailar Tryst, un estreno que Christopher Wheeldon montó a Viviana Durante e Irek Mukhamedov, aunque ya estaba programada. “Es la historia de una chica que al final la terminan violando, es muy dramático, muy Kenneth”, dijo en un tono, efectivamente, teñido de la jerga de Royal.
En Miami
De la mano de Raquel Rossetti, la bailarina regresará a la arena de las galas internacionales, en las que se curtió desde muy pequeña. “Estoy entusiasmada con las galas de Miami. Estuve todo el año diciéndole a Thiago Soares [brasilero que reviste en el Royal Ballet] ‘nos vamos a Miami’. Disfruto muchísimo de este tipo de galas, porque además de conocer a otros bailarines, uno tiene la oportunidad de tirarse y disfrutar todo. Es algo que tengo dentro mío y que extraño mucho”.
En La Plata
El Lago de los Cisnes, va a ser para Nuñez muy especial: será su debut en el rol princesa-cisne “es algo que siempre quise hacer”. Y asegura que le servirá interpretar sobre todo el segundo acto porque “normalmente siempre hago las partes con técnica y con fuerza”.
La preparación de Marianela en los roles de este tradicional ballet con música de Piotr Ilich Tchaikovsky, estará a cargo de Olga Ferri en Buenos Aires. Salir a escena sin la preparación necesaria es una situación que ella misma reconoce “me pone loca, y me pasa en el Royal, también por eso me dieron el asenso [a primera bailarina] salí a bailar Don Quijote completo con uno o dos días de ensayo, porque se lastimó Leanne Benjamín, me pasó lo mismo con Cascanueces. Aurora fue el primero -que estando allá- pude preparar con tiempo. Si no, siempre al escenario directo y es algo que me da mucha bronca, porque uno no puede llegar a conocer el personaje”.
¿De los papeles que te gustaría interpretar cuál es el más deseado?
Onegin de Cranko me encanta, pero para cuando esté súper súper madura. Manon, Julieta, Giselle. Todos. Por ahora más los clásicos, aunque me gusta mucho trabajar con las coreografías de [William] Forsythe, pero primero quiero hacer clásico y después tirarme para otro lado.
Mensaje
Yo siempre digo lo mismo: lo más importante es trabajar duro, saber lo que uno quiere y darle para adelante. Enfocarse en eso, pero trabajar con todo, es lo que más vale.
¿La danza es una carrera muy sacrificada?
Es dura. Imaginate que estamos trabajando desde las diez y media hasta las seis y media ensayando y después la función. Es difícil, pero como a uno le gusta tanto... por más que esté cansado y se queje todos los días, es lo que a uno le gusta. Si no te gustase no lo podrías hacer, directamente, porque es muy muy duro. Uno tiene que dejar cosas de lado, pero obviamente son las elecciones personales, y si te gusta no te importa nada.
septiembre 2003
Fuente: http://www.balletinarchivo.com.ar/2003/marianela_nunez.htm