Lo más difícil para Dolores Fonzi es ser Dolores Fonzi. Trabaja de lunes a lunes, viviendo otras vidas, y cuando le pide prestadas unas horas a la ficción no sabe qué hacer en la realidad...
Hace televisión, cine y teatro al mismo tiempo. Se hizo famosa en Verano del 98 y debutó en la pantalle grande protagonizando fuertes escenas de sexo. A los 23 años, se siente una chica superpoderosa
Para Dolores Fonzi es buenísimo , redivertido , genial ir de aquí para allá con sus personajes a cuestas. Mientras espera el estreno de Vidas privadas , la opera prima de Fito Páez que le hipotecó sus días durante dos meses, la actriz es Romi en la tira El sodero de mi vida , la hermana de su amiga Carolina Fal en la obra de teatro Amanda y Eduardo, y está a punto de representar a una inquietante mujer en el largometraje El fondo del mar . A los 23 años, una chica superpoderosa.
A diferencia de las psicodélicas niñas cartoons que todo lo pueden, la rubiecita que saltó en su carrera desde el trampolín Verano del 98 tiene un asunto sin resolver. Lo más difícil para Dolores Fonzi es ser Dolores Fonzi. Trabaja de lunes a lunes, viviendo otras vidas, y cuando le pide prestadas unas horas a la ficción no sabe qué hacer en la realidad.
"La verdad es que todavía no aprendí a aprovechar mi tiempo libre -revela, mientras se prueba el disfraz de superhéroe que le queda tan bien-. Me compré los libros que quería leer ( La resistencia , de Sabato; Obras completas , de Pizarnik), pero lo único que hago es trabajar y mirar TV. ¡Mentira, si me cortaron el cable!". Entonces, cuando llega a su casa de Colegiales, donde vive sola desde hace tres meses, escucha los mensajes y se tira en un puf a disfrutar de los temas de Charly, Fito, Café Tacuba, Aterciopelados. Le gustaría sacar fotos, pero no busca la cámara; le gustaría escribir, pero lo hace muy poco; le gustaría dirigir, pero no arranca. "Más allá de actuar, duermo. Sé dormir muy bien."
-¿Cómo repartís tu tiempo y energías, sobre todo, para grabar una tira diaria, subirte al escenario del San Martín y encarar un nuevo proyecto cinematográfico?
-¡No sé, no sé cómo hago! (se ríe con sus ja, ja, ja acelerados, agudos y entrecortados). Es como decidir ser esclavo de algo durante un tiempo y si lo disfrutás está bueno. Igual, tengo la sensación de que me pierdo de algo por estar en todos lados y en ninguno. Así, todos los días... y un poco me asfixia: no me puedo mover, no me puedo enfermar, no puede pasarme nada.
Sin embargo, Dolores no se queja. Cree que a pesar de esa suerte de pánico que le generan tantas responsabilidades está pasando por su mejor momento. "Es la seguridad y el sostén perfecto. Sabés que todos los días te requieren de algún lado. Cuando no tengo obligaciones, no tengo marido, no tengo hijos, no tengo perro... cuando no tengo nada, tengo trabajo. ¡Está buenísimo!" Y siguen las risitas, risitas que sonarían cotidianas para los que cenan con la familia del sodero Muzzoppa. Sólo que ahora Dolores no está actuando (o sí, actuando de ella misma) y, sin embargo, despliega varios tics de ese personaje difícil de definir que representa. Romina se suma a la lista de personajes conflictuados ("los más divertidos para hacer") que Fonzi suele encarnar. En realidad, y para el televidente, no se sabe bien qué es lo que le pasa a la joven aniñada de la tira de Pol-k. No va al colegio, estudia pintura. Es especial, dicen. "Cuando me reuní con Suar por este papel me dijo: ¿Viste la hija de Fraticelli? Bueno, es ella. Con eso me instaló enseguida -revela-. Creo que Romina nació así, pero le pudo haber pasado cualquier cosa, como que en el parto no le llegara aire al cerebro por un segundo. Eso sí, no se va a curar nunca. Lo digo porque todo el mundo me lo pregunta por la calle."
Prueba caras de mala, finge músculos de acero, se entusiasma con ser Burbuja, una de las superpoderosas. Frente a la cámara, la bella joven envasada en frasco chico da clases de improvisación. "Soy víctima de la actuación desde que nací", dice, y cuenta que hasta los 17 años, cuando empezó en Canal 9, se deprimía. "Me quería ir del colegio, pero no podía porque era doble turno, bilingüe, jugaba al hockey. Era una chica de Adrogué -ironiza-. Y Verano... fue lo máximo. Eramos todos muy chicos, un grupo de tontos, como en un quinto año permanente. Fue excitante: gustabas de todos, todos gustaban de vos y por supuesto que eso no era ficción."
Después vinieron las taquicardias de sus padres con sus primeras apariciones cinematográficas: hizo de lesbiana en Esperando al Mesías y protagonizó una escena de sexo con Pablo Echarri, en Plata quemada . Debuts, a lo grande y sin ropa, algo que ahora no la entusiasma. "Era entrar un toque, hacer algo divertido e irme -recuerda-. Me encanta desnudarme, pero no lo hago más. Ahora me da fiaca sólo de pensarlo."
En el sueño concretado de Páez, Vidas privadas , Dolores es Ana, la hermana de Cecilia Roth, protagonista del film y esposa del músico. "Mi personaje es una abogada de familia bien, muy convencional... Fue difícil hacerlo y no sé si me gustó mucho. Pero Fito -que como director es un rockstar total- insiste: Confiá Fonzi, confiá ."
-Y ahora otra vez al ruedo con el primer largometraje de Daniel Szifrón.
-Sí, mi personaje está buenísimo. Es el lugar perfecto para la mujer, el podio de una relación. ¿Viste cuándo estás con alguien y el poder lo tenés vos? Es eso. Esta energía femenina es la que mueve todo lo que le pasa al protagonista (Daniel Hendler), que se siente inseguro, inútil... Es para levantarme el ego.
Antes de mudarse a cuatro cuadras de Pol-k, Fonzi vivió tres años con su novio, Luis Ortega, el menor de los hijos de Palito. Además de compartir techo, protagonizó una película que él escribió, dirigió y está terminando de editar. "Muestra todo y no pasa nada y pasa de todo. La verdad es que no puedo ser muy objetiva. Luis me parece un genio. Y si bien no sigo con él como antes, ahora la relación es otra, siempre voy a estar con Luis."
Cada quince minutos Fonzi pregunta la hora. Antes de que comience la obra que Roberto Villanueva dirige en el Teatro San Martín tiene que estar en el camarín que comparte con Carolina Fal (una anécdota: las chicas colgaron de la pared un póster de Tamara, la rubia de Gran Hermano. "¡La amamos", confiesa). Así, a las corridas, deja su disfraz de heroína, pero se lleva los poderes para seguir la maratón de un año laboral agitado.
-¿Cuándo pensás parar?
-Ya tomé la decisión. A fin de año me voy de viaje; a Madrid, creo. Tengo ganas de estudiar y ver qué pasa. Así que voy a estar volando, por ahí.
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De La Nena a El sodero de mi vida , con escala en Verano del 98
"Me presenté en un casting y quedé. Fue la época en que en Canal 9 te contrataban y cobrabas sin trabajar", se ríe de su fortuna Dolores Fonzi. Allí, debutó como actriz, integró el elenco de la telenovela La Nena y, desde su salto a Telefé para hacer Verano del 98 ( donde compartió la aventura con su hermano, Tomás), no dejó de escalar en su carrera actoral.
En la pantalla grande, trabajó en Esperando al Mesías, la coproducción argentino-italiana que dirigió Daniel Burman; en Plata quemada , el film de Marcelo Piñeyro basado en la novela de Ricardo Piglia; y en Vidas privadas , la película que finalmente Fito Páez terminó de rodar hace un par de meses. Actualmente, se prepara para empezar a rodar el primer largometraje de Damián Szifrón, El fondo del mar .
El Señor Bergman y Dios la puso por primera vez sobre las tablas del San Martín, su querido teatro, donde actualmente sale a escena con Amanda y Eduardo , una de las obras menos conocidas de Armando Discépolo.
De todos sus personajes, prefiere a Romina, el papel que interpreta en El sodero de mi vida (de lunes a viernes, a las 21, por Canal 13). "Soy ella todo el tiempo", admite.
Ficha técnica
Fecha de nacimiento: 19/07/78; Peso: 49 Kg. Estatura: 1,63 (acusa ella); Película favorita: París Texas, Amores Perros ; Programa de TV: El Gran Hermano ; Hincha de: Boca; Música: Charly García, Fito Páez, Café Tacuba y Aterciopelados.
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/190398-dolores-fonzi-vuela-alto
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