domingo, 25 de febrero de 2001

"Don Quixote de la Mancha" en Teatro del Bosque

Hoy a las 18 se presentará una única función de Don Quixote de la Mancha y el juicio a la locura en el Teatro Martín Fierro del Paseo del Bosque con entrada libre y gratuita.

Se trata de una comedia musical infantil que acerca a los más pequeños a un clásico de la literatura en una versión y adaptación realizada por Gastón Marioni. Esta realización cuenta la historia del legendario caballero que un buen día decide armarse para salir por el mundo
socorriendo indefensos.

La función se suspende por mal tiempo.

Fuente: http://pdf.diariohoy.net/2001/02/25/pdf/26.pdf

Graciela Borges, la belleza del caos

Domingo 25 de febrero de 2001 | Publicado en edición impresa

Transgresora a su manera, luego de varios años sin hacer cine, vuelve como protagonista en una ópera prima, La Ciénaga, con un papel de sutil composición que, a pesar de las diferencias, tiene puntos en común con su vida. Para mayor asombro, en esta temporada marplatense se estrenó en el teatro de revista. Invadida por la emotividad -no sabe hablar de otra manera- reflexiona sobre su relación con el tiempo, la vanidad y el pasado

Hay una mujer con el pecho lleno de vidrios. Se llama Mecha y está machada -así les dicen en Salta a los borrachos- y se acaba de estrellar sobre una copa de vino tinto que ahora parece sangre. Mecha es cincuentona y tiene en la cara el recuerdo triste de una vida que alguna vez fue mejor.

-Justo en el escote, mirá vos. Porquería.

Se queja mientras se quita los vidrios, y ese rezongo la delata. Por fin, entre Graciela Borges y Mecha, el personaje derrumbado que interpreta en la película La Ciénaga, hay algún punto en común: la coquetería.

-¡Mi vida, qué suerte que estamos juntas! Lástima que yo estoy así, mirame, para las fotos espero estar mejor, pero es este quiste sinovial que tengo y el esguince en el pie que me duele tanto, maldito, pero qué suerte que estás. ¡Celsaaa! Celcita, mi amor, hacele un tecito a la chiquita de La Nacion y disculpame que estoy así nomás, con estos rulos, me puse un poco de cachetitos porque con los remedios que me dan estoy como verde.

Suelta Graciela Borges, mientras Celsa -su apacible empleada- sonríe porque lo sabe todo. La señora no está así nomás. Tampoco está verde. Está madura y bonita y un poco despeinada.

Y ansiosa. Hay que ver lo ansiosa que se pone la gente cuando cambia de color.

-¿Viste la película? ¿Y qué te pareció? Yo no sé, sabés que nunca me pregunto cómo reaccionará el público, pero esta vez sí lo pienso. El día que la vi, cuando terminó la proyección saludé a los técnicos, a los actores y me fui volando. Raro en mí. Pero me fui, y ¿sabés qué hice? Algo insólito en mí: paré el auto y me fui a un bar. Sola. Me pedí un cortado, que jamás tomo a la noche porque me da insomnio, y me quedé pensando. Pensé en todos los sentimientos que me había despertado la película.

La película es La Ciénaga, ópera prima de Lucrecia Martel que se estrena el próximo 4 de abril y que se presentó en el Festival de Berlín después de 13 años de ausencia del cine argentino en este certamen. Cuando salga esta entrevista ya se conocerán los resultados del acontecimiento, pero al cierre de esta nota, la posibilidad de que el film y Graciela Borges (en el rubro de mejor actriz) se llevaran un premio era especulación pura.

La Ciénaga -donde además es protagonista Mercedes Morán- es la historia de unas tirantes vacaciones de verano en Salta. Hay cielos oscuros como buches de tormenta, colchones en cochambre, tropillas de primos y hermanos con los pelos duros por la mugre. Hay también una pileta de agua podrida y calor y estrías y arrugas y una sensualidad abrasadora. En este entorno está Mecha, la mujer pudorosamente alcohólica que Graciela Borges supo construir con total delicadeza.

-Cuando era chica conviví con una mujer muy refinada que era muy alcohólica y siempre escondía la copa de alcohol detrás de la cartera. Vivía en una de las casas más lindas de Mar del Plata y yo la quería mucho, y yo siempre observaba cómo trataba de disimular su alcoholismo. Traté de hacer lo mismo en la película, y al mismo tiempo pensé en ponerle humor y entonces agregué frases como la del escote.

-¿Su coquetería soportó tener que interpretar un personaje tan decadente?

-Me hace gracia, porque una siempre trata de tener la mejor luz y estar más cuidada, y esto era totalmente lo contrario: cómo ponernos peor. Nos secábamos la piel y nos poníamos talco para profundizar las arrugas. Revalorizábamos las pequeñas marcas del rostro, nos poníamos en la cara y el pelo una tierra química, una cosa macilenta.

-¿Pero lo soportó?

-¡Ah! Me encanta eso. ¿Querés que te diga la verdad? Y me gustaría que si esto lo escribieras lo hicieras como te lo estoy diciendo: con toda la modestia. Pero me he pasado la vida escuchando. ¡Celsiii! ¡Dentro de un ratito le vamos a dar el tecito a esta chiquita! ¡Gracias, mi amor! Me he pasado escuchando toda la vida qué linda, qué linda, sos tan linda, y tu piel y pasan los años y tan linda y yo pienso cuánto tiempo ha sido uno lindo. ¡Y qué bueno es estar fea! Aunque hay una parte del ego de uno que dice: que no se vea que estoy tan horrible. Porque hay límites.

Una producción de fotos de la revista Vogue la ubicó hace varios años entre las diez mujeres más hermosas del mundo. Y es que Graciela era bella, bella, bella. Sus primeras películas -hizo unas cincuenta- la muestran con la piel pálida y virgen, las pestañas pesadas como estambres y un peinado aerostático. Si mantuvo su hermosura plácida a pesar de la moda sesentista, quiere decir que fue una verdadera muñeca. Una muñeca que ya está grande y que hoy se ríe como nena de ese juego macabro que era la vanidad.

-Cuando me decían que eran linda me gustaba, pero hasta ahí. Yo empecé a trabajar como actriz a los catorce años, y a mi padre no le gustó nada. Desde entonces y hasta hace bastante poco tiempo fui muy insegura. Cuando yo era chica tenía que entrar en el cine cuando la gente ya estaba sentada, para que no me reconocieran. Y eso me vino por la no aceptación del viejo. ¡Mirá que estúpida! Hubiera sido más sano aceptar quién era y el éxito en los festivales. Me hubiese gustado ser vanidosa e insoportable. Pero así fueron las cosas. Dalmiro Sáenz dice que uno tiene padres para odiarlos en algún momento de la vida.

El padre, Tomás, fue aviador. La madre vivió de rentas y le dejó a su hija una piel diáfana y parecida al tul. Graciela habla de sus padres con la pupila encendida y un mentón que se frunce en trágicos espasmos. Cuenta que fue criada para ser perfectita. Que tomó clases de baile, canto y piano. Y también de declamación, porque las monjas irlandesas del colegio Santa Unión se quejaban de que la nena no hablaba.

-Fui objeto de muchas bromas por mi voz, porque cuando era chiquita era más ronca que ahora y era flaquita y con las trenzas hasta acá que me levantaban cinco horas antes para hacérmelas, en fin. Era un flagelo, así que hablaba lo menos posible. Encima era hija de separados en un colegio de monjas... Pero no sabés qué lindos mis viejos. ¡Celsiii! ¡Celsaaa! Me hacés un favor hijita, viste la cosita chiquitita de Cartier, la de los documentos, no la grandecita que me regaló Miguelito Romano sino la otra, la chiquitita, traemelá. Y también Celsita querida, hoy no es tu día, ese portarretratitos de plata que está ahí. Gracias corazón.

Pide con ese intenso dramatismo que la invade hasta cuando pide una cosita chiquitita de Cartier. Graciela habla con esa voz suave y de seda rasgada y uno piensa que en cualquier momento va a llorar. Aunque esté contenta.

-Miralo al viejo. He visto pocas veces un hombre tan divino. Vos ves bien, ¿no? Mirá. Es como Gary Cooper. Y mamá era una especie de beauty.

Se entusiasma mientras recorre esas fotos revestidas en sepia.

-Hacían linda pareja.

-Se llevaron como el culo. Se querían mucho, pero no se soportarían juntos, andá a saber. Y fijate la elegancia de mi vieja, una mujer que en esa época se iba conmigo y con 20 mil baúles por el mundo. Y ojo: irse a París era una cosa, pero irse a Jujuy o Salta era otra. También íbamos a las termas de Rosario de la Frontera. Me acuerdo cómo odiaba esos equipitos, esas robes de chambre chiquititas, con la toalla en la mano yendo a tomar el baño termal. Me acuerdo también de todas las noches con mi madre, yo le cepillaba cien veces el pelo antes de irnos a dormir. Y cuando digo que me divertí tanto jugando a ponerme fea en La Ciénaga es también porque me ayudó a sobrellevar un momento durísimo de mi vida. Hacía seis meses que se había muerto mi padre y en ese momento empezó a morirse mi madre.

Mecha es el resultado de una mujer que lentamente se fue volviendo horizontal. Graciela la describe como una mujer-cama. Una mujer parecida a su mamá.

-Un día de lluvia se resbaló y se quebró la cadera y la operaron y se fue quedando en la clínica, y vivió el resto de su vida ahí. Estuvo 15 años. Siempre le gustaron mucho los hoteles a la vieja, y a mí también. Nosotros vivimos un tiempo en el Alvear, y es porque me siento muy contenida. Ni siquiera me gustan las grandes suites: me gustan los cuartos chicos donde uno pueda ver la puerta. Me imagino que para ella un sanatorio sería como para mí los hoteles. Saber que tocaba un timbre y venía un médico y entonces se iba a morir menos. Ella estaba como una reina, tenía su peluquero, su manicura, y siempre que yo llegaba decía pobrecita, qué desarreglada, porque yo siempre estaba muy desarreglada para ella. Yo siempre estoy desarreglada. Sí, mi amor, sí.

-¿Cómo se llamaba su mamá?

-Leonor, qué cosa. Como la de Borges.

El apellido de Graciela es una gentileza de Jorge Luis Borges. La nena había empezado a trabajar a los catorce -la primera participación fue en Una cita con la Vida, de Hugo del Carril- y en un oficio que en esa época no era glamoroso. Su padre, Tomás Zabala, le impidió usar su apellido para actuar. Y el Borges escritor -cercano a Mario Delfino, padre de un amigo de Graciela- le cedió el suyo como si tal cosa. Desde entonces, y cada vez que Graciela se cruzaba con el apellido auténtico, el diálogo era más o menos así:

-¿Sigue usted honrando mi nombre?

-Se hace lo que se puede.

Desde que Graciela Zabala se transformó en Graciela Borges, filmó bajo el ala de los más prestigiosos cineastas nacionales: Leopoldo Torre Nilsson, Lucas Demare, Raúl de la Torre (con quien estuvo en pareja), Alejandro Doria y Leonardo Favio, entre otros.

También fue dirigida por un dibujito animado.

-Todo el tiempo me llegan guiones y leo las tres primeras páginas y en general no me equivoco con la decisión que tomo. Y cuando Lucrecia me mandó su guión, antes de presentarlo incluso en el Festival de Sundance, lo leí y me quedé fascinada. Y vos sabés que la quiero tanto a esa chiquita que es como un dibujito animado. Porque el primer encuentro fue extraordinario. Yo no esperaba que llegara alguien así. Leí ese guión y había visto Rey muerto, su corto, y me pareció hecho por un señor de dos metros, forzudo. Y apareció este pequeño dibujito animado, como una chiquita de Woody Allen, toda así femenina, y con anteojitos, y el pelito, y dije: ¿Vos sos Martel? Sí. Y ahí le di un abrazo y se quedó en la familia.

Tan sencillo. En un par de minutos, Graciela es capaz de transformar a un completo desconocido en su amigo del alma. Tiene una capacidad de entrega sensata y desordenada, llena de zalamerías que caen encima del invitado de turno con un afecto inusual. También es atípica su relación con el estrellato: debe ser una de las pocas personas con grado de "famoso de Primera A" que no tiene representante y responde personalmente el teléfono.

-¿Por qué no voy a atender yo, si ésta es mi casa? Es curioso que la gente crea que con el tiempo uno se vuelve más negativo. Yo estoy mucho más agradecida y todo es un placer para mí. Y eso que he sido una enorme inconformista de familia. Siempre fuimos muy quejosos, pero eso no significaba para mí ser demandante, todo lo contrario. Mi hijo Juan Cruz -cuyo padre era el automovilista Juan Manuel Bordeu- también salió a mí y eso me problematizó mucho porque no demandar es ser muy carenciado, es sentir que uno está en deuda con el resto. Me imagino que en algún punto y mejor no ocuparnos de eso, a lo mejor pude haber sentido que fui desencadenante de la separación de padre o madre. Ya no me da el sol, ¿no hace un poco de frío? Mejor vamos adentro. ¡Celsi, Celsita, vení a llevar unas cositas!

Grita Graciela y tal vez tendría una voz de alondra si no expulsara tanto aire cada vez que llama a Celsa.

En el interior de esta casa con inmenso jardín -que alquila en Mar del Plata durante el verano- hay un ambiente señorial, recubierto en madera fina y con cortinas cayendo en catarata pesada contra el piso. Hay también un televisor de 29 pulgadas, mostrando a conocida vedette de labios neumáticos desmintiendo supuesto romance con famoso empresario en popular programa de chimentos.

-Ves. ¿Vos me preguntabas si hay algo que me enoja? ¡Esto me enferma! Me irrita la gente que habla de sus hechos privados frente a una cámara de televisión.

-¿Usted nunca lo hizo?

-En absoluto. Jamás he hablado de una pareja por motu proprio, siempre contesto con evasivas. Pero también hay un tema: el periodismo, de algún modo, informa sobre mi trabajo. Entonces las reglas del juego son así y hay que entregarse como paisano a la gripe. No es que ya no me moleste que me saquen fotos de contrabando, ni que ya no tenga ganas de pelear ni que haya perdido el fuego, porque si no no sería una transgresora como soy.

-¿En qué se siente transgresora?

-¡Huy!, en muchas cosas, queriéndolo y no. Me sacaron fotos con una persona más chica que yo y de diferente clase social, que fue lo único que les golpeó -dice en referencia a Marcos Gutiérrez, ex arquero de Huracán y 25 años menor-. Puse el pecho a las balas y no me escondí. Digamos la verdad: tampoco tenía mucha alternativa. También me siento transgresora al hacer a esta altura teatro de revista, cuando un montón de amigos me dijeron que no lo hiciera. Y fue también una transgresión haber filmado Kindergarten (de Jorge Polaco), película con la que después se armó un escándalo estúpido.

-¿Cómo es la mirada sobre esos escándalos después de que ha pasado mucho tiempo?

-A la distancia uno se olvida. Si nos quedamos pensando en todas nuestras pequeñas guerras vamos a volvernos enfermos de tan resentidos.

-¿Y cómo te afecta el paso del tiempo en relación con tu imagen?

-Lo tengo bastante elaborado y no le doy mucho poder. Primero, porque por lo que veo en el espejo no me va mal. No lo digo vanidosamente, pero veo una persona entera, todavía con frescura. Porque hay algunos casos de personas que fueron divinas y ahora... no digamos que es patético, tengamos piedad. Pero es una agresión total, no hay nada peor que hacerse mucho. Qué lindos pies tenés. Los míos se han estropeado tanto con los zapatos del teatro. Y una persona de más de 45 años con siliconas en la cara, sin arrugas, es espantoso. Las redondeces sólo te hacen vieja. Yo tengo el cuello hecho, heredé buena piel, me volé las ojeras... qué más me hizo Federico Zapata... me hizo una limpieza de párpados. Pocas cosas. Acomodarse lo que se desacomodó no está mal. Porque por ejemplo yo tengo un perfil que es feo y que sin embargo no me toqué. Mirá este lado como hundido, y esta parte de la boca que se cae.

Muestra entonces un perfil radiante, todavía joven, con una dignidad que tiene mucho que ver con el paso del tiempo y una nariz respingona y esa forma que tienen los actores de mostrar el perfil: con los músculos relajados, como si estuvieran en un flotario.

-Y éste es el otro que es más redondito, más lindo, ¿ves?

Dice Borges convencida, mientras gira la cabeza y muestra su otro perfil, que es igual.

LUCRECIA MARTEL: CON SÓLO MIRAR

-Esto no le va a gustar a nadie. Es como nuestra familia.

Dijeron en clave de góspel los seis hermanos de Lucrecia Martel cuando vieron la película de Lucrecia Martel. Ella dice que es cierto, que no entiende demasiado cómo es que La Ciénaga, ópera prima de mujer salteña de 34 años, llegó a Berlín. Pero los alemanes no son los únicos que se interesaron. Esta historia -que en un principio fue declarada de poco interés comercial por el Incaa- ganó el concurso de guiones del Sundance, y eso facilitó la llegada de productores extranjeros. Productores que sabían de memoria el Manual de Cómo Hacer Buenas Películas.

-El director de la Columbia me dijo que estaba mal organizada. Dijo: "Tenés que agarrar cierto accidente que sucede al comienzo, hacer crecer diversas situaciones dramáticas y que al final se desencadene algo. Y yo, pensando este tipo está loco, le contesté: Mire, la gran dificultad de esta película es haber tomado la decisión de no ir por ese camino".

La Ciénaga es una narración sin introducción, nudo o desenlace. Es la crónica morbosa y cotidiana de un verano insolado, trágico y provinciano, lleno de suciedad, sensualidad y agreste salvajismo. No erraban fiero los hermanos Martel cuando dijeron que había un aliento familiar envolviendo la trama.

Lucrecia recuerda que murió en 1983, cuando su padre compró una filmadora y ella se encastró detrás de la lente para no moverse. La rutina de varios años quedó grabada en kilos de cintas donde Lucrecia jamás aparece, como si un día hubiera muerto sin dar explicaciones. Pero ella no murió. Simplemente se transformó en ojo.

-Me encantaba quedarme viendo los videos a la noche. Ver cómo pasaban las cosas, cómo los personajes se integraban a las situaciones, los temas que se abandonan y después se retoman... Me acuerdo de una vez que mis viejos estaban de viaje y había ido a cenar un chico que en ese momento era mi novio. Estábamos solos y cayó éste a hacer de padre sustituto, y estábamos todos supercansados porque habíamos pintado todos los muebles de la cocina para darles una sorpresa a mis viejos. Y no sé, en la movida de todos esos muebles apareció una rata. Entonces uno de mis hermanos dijo: "Bueno, la matemos", y viste que si agarrás la rata viva y la metés en un frasco te da como un amor al bicho y entonces que sí la matemos o no la matemos. Y viste que una gata recién pillada en cautiverio no come. Entonces dijimos si come no la matamos. Era como una chance imposible. La pusimos como en un frasco, con un pan, arriba de la mesa. Y toda la escena la tengo filmada entera: estamos nosotros comiendo, la rata en el centro y este chango hablando. Todos recansados y este tipo habla y habla y habla. Un tipo muy tranquilo. Y mis hermanos comiendo y mirando la rata a ver en qué momento comía la rata y se salvaba de la muerte segura. Y si pasás la cinta aceleradamente ves cómo empiezan a caer mis hermanos del sueño: a lo último ves que el chango sigue hablando y tiene a uno de los mellizos dormido encima, el otro tirado acá, el otro extendido en una silla. Y la rata sigue ahí. Pero comió. .

Texto: Josefina Licitra Fotos: Daniel Pessah

domingo, 18 de febrero de 2001

Una noche de ballet junto al lago del Bosque

ESPECTACULO GRATUITO DESDE LAS 21

El Ballet Estable del Coliseo Podestá presentará hoy en el Anfiteatro Martín Fierro el espectáculo Pablo, un pincel flamenco, inspirado en obras del genial Picasso

Esta noche a las 21 se presentará el Ballet Estable del Coliseo Podestá en el Anfiteatro Martín Fierro para ofrecer un espectáculo coreográfico, titulado Pablo, un pincel flamenco. Esta presentación debía haberse realizado el domingo pasado, pero las malas condiciones climatológicas lo impidieron. Por eso, los organizadores vuelven a anunciar que en caso de lluvia volverá a suspenderse.

Dicho espectáculo está inspirado en las obras del genial Pablo Picasso. Así, sus más reconocidas obras como Guernica, Las Meninas y Las señoras de Avignon, entre otras, se fusionarán en el más refinado de los bailes flamencos y otras formas de la danza clásica y contemporánea.

El Ballet Estable del Coliseo es dirigido, desde hace más de 10 años, por Isabel Victorero, quien además dirige el curso de flamenco del que salieron las bailarinas para este espectáculo. La coreografía está a cargo de Alma Festa (primera bailarina) y el vestuario corre por cuenta de Alma Festa y Alejandra Cortese.

Esta obra fue estrenada en 1999 en el Coliseo Podestá, y se repitió el año pasado, dentro de los festejos por el 118 aniversario de la ciudad. En ambas oportunidades el respaldo de la gente fue extraordinario y en parte por eso es que decidieron volver a ofrecerlo. Y qué mejor que hacerlo al aire libre... y en forma gratuita.

Fuente:http://pdf.diariohoy.net/2001/02/18/pdf/25.pdf

viernes, 16 de febrero de 2001

Chango Spasiuk en el Bosque

CHANGO SPASIUK (polca)
Mañana a las 21. GRATIS.
Anfiteatro Martín Fierro
Paseo del Bosque

Fuente:http://pdf.diariohoy.net/2001/02/16/pdf/26.pdf

jueves, 15 de febrero de 2001

Lo mejor del teatro se da cita en el Cervantes

IV ENCUENTRO IBEROAMERICANO

Comenzará esta noche en el Teatro Nacional Cervantes la cuarta edición de este encuentro, que es ya tradicional y que se caracteriza por el nivel de sus propuestas

Por Ana M. Tótoro
Especial para Hoy

Desde hoy y hasta el 11 de marzo se sucederán las presentaciones de grupos de España, México, Bolivia, Chile y Brasil en las dos salas del Teatro Cervantes de Capital. Compañía Nacional de Teatro Clásico de España. Inaugurará el evento con la comedia de Pedro Calderón de la Barca, La dama duende, en versión del director José Luis Alonso de Santos, comedia que conjuga la frescura juvenil de su autor con la perfección estética. Calderón (1600-1681) escribió esta pieza antes de cumplir los 30 años y en ella se reflejan los ideales del período barroco. A su sentido de la teatralidad, el autor sumó la belleza del lenguaje para tratar algunos grandes temas: la libertad, el destino y el paso del tiempo, entre otros. Se presentará desde el 15 al 18 de febrero. Teatro Camino de Chile. De su mano llegará la obra del dramaturgo egipcio Adel Hakim Ejecutor 14, dirigida e interpretada por Héctor Noguera.

La obra se anuncia como una potente reflexión sobre la violencia y una visión del ser humano presentado como víctima y verdugo en un mundo de odios. Es un unipersonal en el que los monólogos intentan devolverle al actor el papel protagónico de soporte de montaje. Las funciones serán entre el 15 y el 25 de febrero.

Teatro de los Andes de Bolivia. Presentará Ubú en Bolivia, adaptación libre de la obra Ubú Rey, de Alfred Jarry, dirigida por el argentino César Brie. Desde el 22 al 25 del corriente.

Producciones imperdibles de Sevilla. El grupo ofrecerá cuatro funciones de su espectáculo Un poeta en Nueva York, construido a partir del material poético que Federico García Lorca escribió entre 1929 y 1930.

El grupo que dirige Gema López está integrado por profesionales que combinan sus recursos humanos con la tecnología multimedia, en una permanente búsqueda de nuevas formas de lenguaje escénico.

Han desarrollado una intensa actividad y se han presentado en más de treinta festivales nacionales e internacionales de Europa y América latina.

Las funciones serán desde el 1º hasta el 4 de marzo. Teatro de grupo Sobrevento de Brasil. Este grupo de Río de Janeiro llega al Cervantes con Beckett, espectáculo de actores y muñecos basado en tres obras cortas del dramaturgo irlandés. En sus 14 años de actividad, Sobrevento se dedicó a la investigación de la animación de títeres, formas y objetos y representa a Brasil en todos los festivales de Teatro de Animación (en su país y el extranjero) y recibió importantes premios. Se presentarán desde el 1º hasta el 11 de marzo. Me xihc co Teatro de México.

Desde el 8 hasta el 11 de marzo ofrecerán el espectáculo Muerte de María Morett, dirigido por la autora.

Fuente: http://pdf.diariohoy.net/2001/02/15/pdf/23.pdf

miércoles, 14 de febrero de 2001

Con la marca del Zorro

24º ENTREGA DE LOS PREMIOS ESTRELLA DE MAR

El espectáculo protagonizado por Fernando Lúpiz fue el gran ganador de la noche, con cuatro premios. En el final, hubo un homenaje a Homero Cárpena y Darío Vittori

El lunes por la noche se entregaron en Mar del Plata los premios Estrella de Mar, correspondientes a la temporada 2001, ceremonia en la que el espectáculo infantil El Zorro (protagonizado por Fernando Lúpiz) se alzó con cuatro estatuillas y Manuel Callau y Fabián Gianola compartieron el premio al Mejor actor. El codiciado Estrella de Mar de Oro, en tanto, fue para al conjunto folclórico Los Chalchaleros.

El show del tanguero Juan Carlos Copes, Copes, Tango Copes, por su parte, acaparó tres premios sobre un total de cuatro nominaciones.

La euforia compartida por artistas y público estalló cuando se mencionó a Carta del General, que se llevó el premio al mejor espectáculo marplatense y la emoción se adueñó del Polideportivo (sede de la entrega) durante el homenaje a Homero Cárpena y Darío Vittori, ambos recientemente fallecidos.

Los artistas y espectáculos premiados fueron los siguientes:

Estrella de Mar de Oro: Los Chalchaleros
Premio Especial del Público: El Zorro
Protagónico masculino: Manuel Callau (Una bestia en la luna) y Fabián Gianola (El último
de los amantes ardientes)
Protagónico femenino: Malena Solda (Una bestia en la luna)
Revelación: Martín Slipak (Una bestia en la luna)
Drama/Com. dramática: Venecia
Comedia: El último de los amantes ardientes
Unipersonal: Solo como una perra
Revista: Coronaditos
Humorístico: Edipo y Yocasta
Actor de reparto: Daniel Miglioranza (El Zorro)
Actriz de reparto: Elvira Mazza (Venecia)
Dirección: Helena Tritek (Venecia)
Labor musical: Jairo (Balacera)
Espectáculo musical: Apasionadas (María Martha Serra Lima y Estela Raval)
Escenografía: El Zorro Producciones -Alejandro Romay (El Zorro)
Vestuario: Miriam de Copes (Copes, Tango Copes)
Coreografía: Ana María Stekelman (Piazzola Tango Vivo y Tangokinesis)
Danza: Copes, Tango Copes
Espectáculo circense: Circo del Sol
Espectáculo para niños: El Zorro
Menciones especiales: Rodolfo Bebán, Guillermo Bredeston y Claudio García Satur; Enrique Pinti; Fundación Julio Bocca; Galería Zurbarán de Ignacio Gutiérrez Zaldívar; Luis
Landriscina; Elvis Café; elenco de Brujas; Homero Cárpena; homenaje a Darío Vittori.

Fuente: http://pdf.diariohoy.net/2001/02/14/pdf/23.pdf

viernes, 9 de febrero de 2001

1999, Pequeño Testamento Apócrifo

Mañana a las 22. Con Jorge Guillén, Fernando Pazos y Adela Schwab. Música en vivo a cargo de Federico Arreseygor. Dirección y puesta en escena: Rubén Monreal.
GRATIS.
Sala 420
Calle 6 nº 420

Fuente: http://pdf.diariohoy.net/2001/02/09/pdf/26.pdf

Moris, un rebelde con identidad rockera

CICLO DE VERANO 2001

Mañana, en el Teatro del Lago de nuestra ciudad, tocará Moris, creador de Los Beatniks y fundador del Juan Sebastián Bar, cuna del primer disco del rock nacional: Rebelde

A mediados de los años ‘60 Mauricio Birabent (nacido el 19 de noviembre de 1942), integraba la troupe de soñadores. Esos que, desde sus ideales y su música, querían cambiar ciertas cosas.

Alejado y enemigo de la estética Club del Clan, Moris -tal era su apodojunto a Javier Martínez (baterista, luego líder de Manal), Rocky Rodríguez e Iván (cantante) dieron forma a Los Beatniks, uno de los grupos pioneros del rock nacional, que se presentaban en el Juan Sebastián Bar (en 1965) de Villa Gesell, reducto ya demolido pero reconocido -junto al cantante- por las autoridades de esa ciudad balnearia.

Pero si de ser primeros se trata, Moris tiene unos cuantos liderazgos. Como por ejemplo, junto a Los Beatniks, haber grabado el primer disco de la historia de nuestro rock. “Grabamos Rebelde en un Phillips a casette, de los primeros que había”, recuerda Moris. Esa cinta luego sería escuchada por gente de la CBS, quienes editarían el primer simple de la historia (en 1966), también titulado Rebelde, con el tema de Javier Martínez De nada sirve en la otra cara.

Moris también tiene temas ampliamente populares aunque, curiosamente, no interpretados por él. Como Ayer nomás, difundido por Los gatos. De extensa trayectoria en España (dicen por allá que él les demostró que se podía hacer rock en castellano, con su versión de Zapatos de gamuza azul), y reconocido como uno de los padres de nuestro rock, Moris llegará mañana a nuestra ciudad y desde las 21 abrirá el arcón de la nostalgia.

Fuente:http://pdf.diariohoy.net/2001/02/09/pdf/23.pdf

lunes, 5 de febrero de 2001

Teatro platense en España

El sábado pasado partió rumbo a Madrid el grupo de teatro platense de La Hermandad del Princesa, para participar del XII Festival Alternativo de Teatro y Danza, que se desarrollará los días 12, 13 y 14 del corriente.

Allí, pondrá en escena la obra Canon Perpetuo, que bajo la dirección de Quico García reúne a Javier Pierella, Rodolfo Balvidares, Silvia Luna Leiva y Ricardo Ibarlín.

Cabe destacar que dicha obra se presentará luego en Barcelona, el 16 y 23 de febrero. Y a su regreso a la ciudad, en el mes de marzo, se repondrá en el espacio que la Hermandad posee en diag.74 e/ 3 y 4.

Fuente: http://pdf.diariohoy.net/2001/02/05/pdf/26.pdf

Las tablas le hicieron fuerza a la motosierra

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